Donald Trump y los cachorros de Elon Musk dinamitan el sistema desde dentro
Marko Elez es un ingeniero informático de 25 años especializado en inteligencia artificial que trabajaba en SpaceX y Starlink, las compañías espaciales de Elon Musk. Era uno de los empleados que el hombre más rico del mundo situó en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos para controlar el sistema de pagos federales, violando los protocolos y las garantías de privacidad. El jueves dimitió tras salir a la luz unos tuits en los que se preciaba de ser “racista antes de que estuviese de moda”. Un grupo de jóvenes ingenieros como Elez han abordado otros departamentos y agencias federales. Son la punta de lanza de la ofensiva lanzada por Musk para “hacer temblar el sistema”, como prometió que haría por encargo de Donald Trump.