El incendio racial por la muerte de George Floyd llega a la Casa Blanca

Estados Unidos caminaba en la noche de este domingo por el borde de un precipicio cuya profundidad nadie se atreve a predecir aún. Al menos 25 grandes ciudades del país afrontaban la noche bajo toque de queda ante el aumento en virulencia y extensión de las protestas, ya casi disturbios, contra el racismo en las fuerzas de seguridad. Imágenes como las de una iglesia histórica en llamas frente a la Casa Blanca o el Ejército patrullando las calles de Santa Mónica sirvieron de símbolos, en la sexta noche de violencia en las calles, de que la protesta está lejos de amainar. Al menos dos personas, en Los Ángeles y en Nueva York, recibieron disparos.

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