Fernando Alonso ante el mayor de sus retos en las 500 Millas de Indianápolis

En su segunda participación en las 500 Millas de Indianápolis, el piloto español Fernando Alonso tendrá que sobreponerse el domingo a su retrasada posición de salida y a potentes rivales para triunfar en esta emblemática carrera y completar la Triple Corona del automovilismo.

A pesar de que partirá desde el lugar 26, Alonso está convencido de poder colocarse rápidamente en posiciones de cabeza en esta excepcional edición 104 de la prueba, que se celebra fuera de su fecha tradicional de mayo y con las gradas vacías por culpa de la pandemia de coronavirus.

«Empezar desde atrás es aún más desafiante, pero nos encantan estas cosas», dijo Alonso tras los últimos entrenamientos. «Va a ser un reto para todos… Tenemos que confiar en la estrategia y la suerte».

El doble campeón de Fórmula 1 estará por segunda vez en la parrilla de salida de la carrera después de que en 2017 tuviera que abandonar en la vuelta 27 por una falla mecánica.

El español hizo otro intento en el circuito Indianápolis Motor Speedway en 2019 pero no llegó a correr por ser eliminado en las clasificaciones.

«No estábamos preparados para este desafío. Pero el deporte está lleno de ejemplos de que tienes que fallar varias veces para aprender y quizás finalmente tener éxito una vez», dijo en febrero Alonso, que tiene esta carrera como su gran prioridad para 2020.

La actuación de Alonso dependerá también del rendimiento de su motor Chevrolet, que perdió la batalla en las clasificaciones contra Honda, fabricante que acumuló 11 de los 12 primeros puestos el pasado fin de semana.

A sus 39 años, el español ansía un triunfo que le convertiría en el segundo piloto en completar la Triple Corona del deporte del motor.

Esta gesta, que requiere haber sido también ganador del Gran Premio de Mónaco de F1 y de las 24 de Le Mans, solo ha podido ser completada por el británico Graham Hill, en 1972.

Andretti busca dinastía familiar

El piloto que saldrá en la primera posición, una ventaja que no suele ser garantía de éxito en las 500 Millas, es el estadounidense Marco Andretti.

A sus 33 años, Andretti tendrá que soportar la presión no solo de rivales como Scott Dixon, que partirá justo detrás de él, o del campeón defensor Simon Pagenaud, sino también de toda una histórica herencia familiar.

Con un auto del equipo de su padre Michael, Andretti aspira a salir campeón en Indianápolis 51 años después de que lo hiciera su abuelo Mario.

«La presión familiar es una buena presión», dijo el piloto. «¿No deberíamos tener el honor de vivir con ello?».

«La verdadera presión es la que he tenido durante los últimos cinco años, cuando las cosas no iban bien. Mi abuelo trata de hacerme sentir seguro, solo quiere que crea en mí mismo, que sepa lo que puedo hacer», señaló.

Algunos especialistas, sin embargo, apuestan más por la experiencia del neozelandés Scott Dixon para imponerse en un circuito y una carrera tan impredecibles como la del óvalo de Indianápolis Motor Speedway de 2,5 millas (4km).

Dixon, de 40 años, se impuso en las 500 Millas en 2008 y es el actual líder de la serie IndyCar con tres triunfos en las seis primeras pruebas.

Al acecho también estará el francés Simon Pagenaud, ganador de la carrera en 2019, que necesita también de una heroica remontada desde su lejano puesto 25 de salida.

«El año pasado fueron los otros quienes nos persiguieron. Ahora vamos a cazar», sostuvo el francés.

El piloto que se imponga en la emblemática prueba tendrá que celebrar esta vez frente a las imponentes y silenciosas gradas del Indianápolis Motor Speedway, sin la inigualable atmósfera que crean los hasta 400.000 espectadores que puede llegar a albergar.

Por temor a que algunos acérrimo aficionados intenten concentrarse en un espacio público alrededor del circuito, la policía de Indianápolis ha adelantado que enviará agentes para asegurar que se respeten los protocolos de seguridad frente a la pandemia de coronavirus.