Sigue expectativa en el primer mes del nuevo gobierno

A justo un mes hoy de su llegada al poder por elección popu­lar el pasado 5 de ju­lio, el presidente Luis Abinader mantiene encendidas las expectativas de una amplia gama de sectores sociales, económicos y políticos del país, tras haber bos­quejado un ambicioso programa para reactivar la economía, casti­gada severamente por la pande­mia de coronavirus.

Entre los planes concretos de arranque de la gestión de Abina­der figuran los proyectos desarro­llistas de inversión pública y pri­vada en Pedernales y Manzanillo, la autopista del Ámbar y un com­promiso de guerra contra una plaga que puede descalabrar to­do esto, la más temida y dañina: la corrupción.

Está haciendo visitas, estimu­lando la educación, apoyando al sector salud, empujando la re­apertura segura del turismo y ase­gurándose del cumplimiento de las tareas para detener el desbor­damiento de los servicios de salud y bajar el número de muertes por el Covid-19.

Pero estos primeros 30 días de Gobierno no han sido sólo de trabajo, ovaciones y elogios pa­ra el mandatario por estas ini­ciativas de corte económico y servicios generales, porque en el otro extremo hay una gran masa de miembros del Partido Revolucionario Moderno muy inquietad que ya está ejercien­do presión por empleos a las au­toridades.

La gestión y estilo del presiden­te Abinander presenta unas ca­racterísticas impares a otros jefes de Estado.

La cualidad de vestir con saco y sin corbata, con un bien mane­jado efecto visual soportable a la vista, visitar los pueblos cada fin de semana junto a su familia y funcionarios, responder pregun­tas de los periodistas en estos ac­tos y reunirse de manera abierta con empresarios y dirigentes de su partido, son particulares que marcan el primer mes de gestión del presidente Luis Abinader.

Con su peculiar forma de go­bernar, el jede de Estado parece dispuesto a marcar una diferencia con sus antecesores, algo que ha dejado claro desde la primera se­mana que inició su periodo presi­dencial.

Desde su instalación en el Pa­lacio Nacional el pasado 16 de agosto, el mandatario ha reali­zado tres visitas a distintos pun­tos del país, agotando apretadas agendas de trabajo, además de haber aprovechado para “vaca­cionar”, otra forma suya de pro­mover el turismo dominicano.

Lo primero que hizo Abinader fue presentar sus planes en mate­ria de Educación ante el inicio del año escolar, igual que las estrate­gias para la recuperación del tu­rismo, que ha sido golpeado con severidad por el Covid-19, ade­más de otras medidas sobre el sector salud.

El pasado 25 de agosto, junto a su ministro de Educación, Rober­to Fulcar, Abinader informó que las clases del año escolar 2020-2021 iniciarían el próximo 2 de noviembre bajo la modalidad vir­tual, luego de que el periodo edu­cativo estuviera en peligro debi­do a la situación que impera en el país.

Sin embargo, Fulcar reveló la semana siguiente que el proceso para adquirir más computadoras y tabletas para dotar a los 2.8 mi­llones de estudiantes se tomaría más tiempo que lo pautado al ini­cio del año escolar.

El presidente Abinader se ha comprometido a dotar a los pro­fesores de la educación pública de las herramientas tecnológicas adecuadas, incluyendo tabletas o computadoras, a fin de desarro­llar sus procesos docentes con los programas, materiales y recursos necesarios para asegurar el éxito de la educación.

Respecto al turismo, el presi­dente ha sostenido que entre las medidas están la inversión de 420 millones de pesos en promoción y acuerdos con aerolíneas para asegurar rutas, apoyo económico, flexibilización fiscal, medidas mo­netarias, un fondo de garantías, apoyo crediticio para la pequeña y mediana empresa, y la creación de un seguro de salud a cargo del Estado para turistas que puedan ser afectados por el Covid-19.

“Hemos decidido no solicitar­le a los viajeros ningún tipo de prueba previo al ingreso al país. Tampoco estaremos realizando pruebas masivas a su llegada, si­no pruebas aleatorias de rápida aplicación. De este modo garan­tizaremos que las pruebas dispo­nibles sean utilizadas para quien más lo necesite, especialmen­te los casos más críticos”, explicó Abinader durante el lanzamiento del Plan de Recuperación Respon­sable del Sector Turismo.

Además, dijo que en diálogo con el sector se han tomado me­didas a partir del 1 de septiembre y citó la reducción para el periodo septiembre-noviembre de la tari­fa APA a un 35%; eliminación del pago de anticipo por seis meses; eliminación el pago del 1% de los activos hasta junio de 2021.

También indicó que la exten­sión por un plazo de dos años del inicio y término de los proyectos aprobados por Confotur. “Esto se hace sin dejar de lado las medidas monetarias y financieras también necesarias; y se trabaja de la ma­no con el Banco Central para se­guir viabilizando que las peque­ñas y medianas empresas cuente con la liquidez necesaria para sor­tear esta crisis”.

Posteriormente, Abinader fir­mó el re¬glamento de la aplica­ción de la Ley 47-20 y reveló que el Con¬sejo Nacional de Alian­zas Público-Privadas aprobó el 25 de agosto prio¬rizar las in­versiones en transporte vial, aé­reo y marítimo, agua, salud, edu­cación, energía, agro¬pecuaria, vivienda, turis¬mo, comer­cio internacio¬nal, movilidad urbana, telecomunicaciones, segu¬ridad ciudadana y defensa nacional.

Las visitas

El 29 de agosto, Abinader visi­tó Pedernales junto a su esposa Raquel Arbaje y su familia don­de posaron en yate para las cá­maras.

En esa ocasión, el presidente manifestó sus deseos de convertir esa provincia sureña en un destino turístico, por lo que supuestamen­te hizo contacto con un especialis­ta extranjero en diseños de pro­yectos de esta categoría, además de sostener reuniones con inver­sionistas locales para dar marcha al proyecto y crear miles de em­pleos directos e indirectos.

Estos planes también contem­plan el desarrollo de un proyecto de construcción de hoteles, aero­puerto y otras infraestructuras. En esa oportunidad, Abinader tam­bién recorrió Bahía de las Águilas.

Mientras que el 6 de septiem­bre, el presidente visitó el puerto de Manzanillo, ubicado en Mon­tecristi, donde anunció que am­pliaría las operaciones de la termi­nal marítima con el propósito de dinamizar la economía de la zona a través del turismo y las exporta­ciones. El Presidente destacó que este plan crearía miles de empleos en la zona noreste del país. “Va a tener un impacto extremadamen­te positivo en el empleo, no sólo en esta zona, porque aquí va a te­ner la gente que mudarse a Man­zanillo y vendrán gente de todo el país”, subrayó.

Explicó que en la zona también sería construido un complejo in­dustrial, compuesto por astilleros, depósito de gas natural y produc­ción de energía de gas natural, así como zonas francas y fábricas.

“Tenemos un máster plan de desarrollo que implica extender todas las actividades portuarias, de tal manera que puedan venir más barcos y buques”, manifestó el gobernante.

El proyecto también abarcaría la construcción de la carretera Cu­pey, que conectará con la provin­cia de Santiago y significará un ahorro de tiempo.

“Este proyecto también va a de­sarrollar la zona franca de Mon­tecristi, Esperanza y de toda la re­gión, ya que tendrán un puerto por donde exportar sus produc­tos”’, detalló.

El Presidente resaltó las carac­terísticas naturales que tiene el puerto de Manzanillo, así como la importancia que tiene para el de­sarrollo regional.

Además, explicó que próxima­mente llamaría a una licitación pública internacional para esco­ger a la empresa que ejecutará los trabajos, y adelantó que ya hay consorcios nacionales y extranje­ros interesados en participar en el concurso.

Obras para Santiago

La terminación de tres grandes centros de salud, la construcción del autopista del Ámbar y la re­construcción de 30 mil viviendas en esta provincia; fueron parte de los compromisos que formalizó Abinader con los santiagueros du­rante su visita este fin de semana.

Allí el presidente anunció que instalaría una residencia presiden­cial en Santiago de los Caballeros debido a la gran importancia que esta ciudad representa para el Go­bierno y el país.

Además, prometió que termina­ría este fin de año la reestructura­ción de los hospitales José María Cabral y Báez, Rafael Estrella Ure­ña y el infantil Arturo Grullón.

Abinader también anunció los inicios de los trabajos de construc­ción de la autopista del Ámbar, vía de comunicación terrestre entre la costa atlántica y el resto del Cibao.

El mandatario indicó que la construcción de esa obra será con la modalidad de alianzas públi­co privadas, donde se permitirá al sector privado aportar su “capa­cidad de innovación, emprendi­miento y facilidad financiera”, pa­ra desarrollar un proyecto en un menor tiempo y presupuesto.

Los tropiezos y críticas

Una de las críticas que recibió el nuevo Gobierno fue la designa­ción de Wellington Arnaud, li­cenciado en derecho, como di­rector del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), a pesar de que un artí­culo de la ley que creó la referida institución estipulaba que su titu­lar debe ser ingeniero civil, ade­más de ser especializado en el área de ingeniería sanitaria. Para habi­litar la elección de Arnaud, fue so­metida a la Cámara Baja del Con­greso Nacional un proyecto de ley que modifica el mencionado acá­pite, removiendo el requerimiento del título de ingeniero para ser el director del Inapa.

La pieza pasó al Senado para su aprobación, que la mandó a co­misión de estudio, donde se prevé que enfrente un poco más de opo­sición debido a las críticas surgidas de la sociedad.

En familia

Otra de las quejas ha sido el nom­bramiento de miembros de dife­rentes puestos de familias de la élite política dominicana, espe­cialmente de aquellas con fuertes vínculos al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización “padre” de la hoy oficialista.

Ejemplo de esto fue el nombra­miento de dos de los hijos del falle­cido dirigente político Hatuey de Camps, Luis Miguel y Milagros de Camps, esta última también hija de la vocera de la Presidencia Mi­lagros Germán, como ministro de Trabajo y viceministra de Coope­ración Internacional del Ministe­rio de Medio Ambiente, respecti­vamente.

Igualmente resalta Juan Garri­gó Mejía, hijo de la alcaldesa del Distrito Nacional Carolina Mejía y nieto del expresidente de la Re­pública Hipólito Mejía, quien fue designado como viceministro de gestión social y comunitaria del Ministerio Administrativo de la Presidencia.

También están las designacio­nes a los Jorge Mera, Orlando (ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y Dilia Leti­cia (viceministra de innovación, transparencia y atención ciudada­na), que son hijos del exmandata­rio Salvador Jorge Blanco.

El mismo Arnaud, ahora direc­tor ejecutivo del Inapa, es hijo de Juan Winston Arnaud Guzmán, quien fuera diputado por el PRD.

De igual forma está el director del Instituto Nacional de Estabili­zación de Precios (Inespre), Iván Hernández Guzmán, cuyo abue­lo es el expresidente Antonio Guz­mán y su madre es la embajadora dominicana en los Estados Uni­dos, Sonia Guzmán.

Como defensa, el presidente Abinader dijo que se trata de una exageración, defendiendo la capa­cidad de las personas designadas y su formación en el área de trabajo que desempeñan.

“Aquí hay un gabinete de perso­nas en cada sector, en cada área, muy preparado, que conoce de su área y que estamos seguros de que va a hacer una excelente labor”, manifestó al ser entrevistado el pe­riodista de la cadena CNN en Es­pañol, Camilo Egaña.

El mandatario continuó dicien­do que está prohibido que en los departamentos se nombren fami­liares cercanos, y que no es el caso de estos nombramientos, ya que ninguna de estas personas vincu­ladas trabajan en la misma institu­ción.

“En el gobierno hay cientos de miles de empleados y en ningún caso han sido nombrados por la misma familia ni en el mismo lu­gar, incluso muchos de ellos hasta se ha escapado de nuestro conoci­miento porque son personas que, en todo caso, son capacitadas y tienen su razón de ser ese nombra­miento”, puntualizó.