Trump rompe con décadas de política exterior de EE UU para priorizar la normalización con Rusia
La última vez que Estados Unidos intentó un acercamiento a Rusia ocurrió en 2009. La recién llegada Administración de Barack Obama declaró el reinicio de las relaciones, botón de reseteo incluido. El experimento no acabó bien: cinco años después, en 2014, Rusia ocupó Crimea. Los dos países comenzaron, así, una larga era de expulsiones mutuas de diplomáticos y lazos cada vez más gélidos, casi inexistentes desde la invasión de Ucrania en 2022. Ahora, Donald Trump parece dispuesto a dar un nuevo vuelco a esas relaciones y rehabilitar al presidente ruso, Vladímir Putin, de su estatus de paria en Occidente. Aunque ello ocurra a costa de Kiev o de perjudicar la relación con Europa, la joya de la corona en la política exterior de EE UU de los últimos 80 años.