Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional francesa: “Hay que ser firmes en Ucrania para proteger la seguridad de Europa”
La paradoja de Francia, o al menos la de su política, se puede explicar desde el Palacio Bourbon, sede la Asamblea Nacional. Nunca en su historia reciente el Parlamento había estado tan fragmentado. Una Cámara presa de dos extremos, y un centro cada vez más diluido por sus propios errores. Tampoco casi nunca un presidente de esta institución, esta es la contradicción, había sobrevivido a tres primeros ministros y se había mantenido en el cargo. Yaël Braun-Pivet (Nancy, 54 años), la cuarta representante del Estado, es una suerte de ancla entre un mundo que se extingue, el de las grandes mayorías que conformaron la V República fundada por el general Charles de Gaulle, y el de las minorías que pugnan palmo a palmo en una guerra de trincheras por alcanzar acuerdos que permitan sobrevivir al Ejecutivo de turno.