Jabbar, olvidado en el gran debate
Ahora que LeBron James se acerca a superar la marca de puntos anotados de por vida en la NBA en manos de Kareem Abdul-Jabbar, tal vez sea tiempo de reivindicar el nombre de este último en la eterna discusión del mejor jugador en la historia de la NBA.
En los últimos años -gracias a la espectacular carrera de James que lo dejará como el jugador con las mejores estadísticas en la historia-, el tema ha sido monopolizado por este y Michael Jordan.
Sin duda, dos extraordinarios portentos capaces de hacer de todo en la duela, dueños de logros prodigiosos, jugadas fantásticas, títulos, campeonatos, hazañas que no pueden ser ignoradas.
Pero parece que se ha sido injusto con no mencionar el nombre de Jabbar en esa ecuación. De hecho no es un fenómeno reciente.
Tal vez el hecho de ser reservado y distante durante la mayor parte de su carrera, adquirir la religión musulmana y no ser muy comunicativo con la prensa, lo condenó a ser más recordado como un jugador dominante, pero no considerado para encabezar el ranking de los más destacados de por vida.
Sin embargo, la hoja de servicio de Jabbar en su incursión en la liga es una de las más brillantes. Para prueba algunos botones:
– Seis veces escogido como el Jugador Más Valioso de la serie regular.
– Seis veces campeón de la liga.
– 19 apariciones en el Partido de Estrellas (LeBron igualará esta marca en el próximo).
– 15 elecciones para el Primer Equipo Todos Estrellas de la liga.
– 11 escogencias para el Equipo Defensivo.
– Novato del Año en 1969-70 e Integrante del Salón de la Fama.
– Sus promedios de por vida en 20 temporadas fueron los siguientes: 24.6 puntos, 11.2 rebotes, 3.6 asistencias y 2.6 bloqueos con un 55.9 por ciento en lances de campo y 72.1 por ciento en lances libres.
A diferencia de Jordan y LeBron, durante su carrera Jabbar tuvo que enfrentar a la mayor parte de los mejores centros de la historia de la liga con la excepción de George Mikan, Bill Russell y Shaquille O´Neal.
No era un jugador espectacular -salvo por la extraordinaria ejecución de su patentizado lance del «Sky Hook» (gancho desde el cielo). No al estilo de Jordan y LeBron con sus saltos espectaculares.
Pero no por eso dejó de ser menos efectivo, determinante e intimidante en una era dominada básicamente por los hombres altos y el contacto cerca del aro.
Se pueden quedar con Jordan o LeBron en la discusión. Pero hay que colocar a Jabbar en su justa dimensión.