El Congreso rechaza debatir la derogación de la protección cultural a los toros con la abstención decisiva del PSOE
El Congreso no quiere ni oír hablar de cancelar la protección cultural a las corridas de toros. Literalmente: los diputados acaban de tumbar la simple toma en consideración de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pedía retirar el estatus de patrimonio nacional a la tauromaquia. De nada valió el trabajo de meses de 3.000 voluntarios, ni las 664.777 firmas ciudadanas que juntaron para avalar la propuesta. Su recorrido ha naufragado ante el primer escollo parlamentario, con 57 votos a favor y 169 en contra. “La sociedad está con nosotras”, decía el día antes Aïda Gascón, miembro de la Comisión Promotora del proyecto. No lo estuvo, sin embargo, el principal partido del Gobierno, el PSOE, cuyas dudas hasta ultimísima hora se inclinaron finalmente por una abstención que resultó decisiva. “La cultura ni se impone ni se deroga por decreto”, afirmó la portavoz, Maribel García López, entre otros intentos de equidistancia y equilibrismo de su intervención. En la práctica, supuso herir de muerte a la ILP. El sector taurino, al revés, vivió una tarde grande.