Visto para sentencia
El juicio en el Tribunal Supremo por supuesta revelación de secretos contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quedó ayer visto para sentencia un año y medio después de los hechos que dieron origen a un caso que ha afectado como pocos a la política española reciente. Con el juicio oral, los ciudadanos han podido ver el caso expuesto por sus protagonistas y desde todos los puntos de vista. A García Ortiz se le acusa de haber filtrado a la Cadena SER el correo electrónico en el que el abogado del empresario Alberto González Amador —pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso— ofrecía a la Fiscalía un posible acuerdo a cambio de admitir dos delitos fiscales. Las sesiones, en las que no ha aparecido ninguna prueba de cargo de la filtración, han venido a confirmar las dudas sobre la calificación delictiva de los hechos juzgados y la fragilidad de los supuestos indicios incriminatorios.