MEPyD: Urge implementar políticas que prioricen transición energética en RD, pues persisten barreras
El crecimiento económico y demográfico en República Dominicana ha llevado a un aumento significativo en la generación de energía, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de los hogares y los sectores productivos. Sin embargo, un análisis de la matriz energética del país entre 2018 y 2023 revela una preocupante dependencia de fuentes no renovables, que representaron más del 80% de la generación eléctrica durante este período. Esta situación resalta la urgente necesidad de implementar políticas energéticas que prioricen la transición hacia un modelo energético limpio y sostenible.
Así lo indica el reciente informe “Energía y cambio climático: Una mirada desde la generación eléctrica”, elaborado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). El documento subraya que, a pesar de que la participación de energías renovables alcanzó un máximo del 16.3% en 2018, su crecimiento ha sido inestable. “Es urgente implementar políticas energéticas que prioricen la transición hacia un modelo energético limpio y sostenible, reduciendo drásticamente la huella de carbono y mitigando así los efectos del cambio climático”, recalca el informe, basado en datos del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado de la República Dominicana (SENI).
El informe también destaca que los combustibles fósiles son responsables de más del 75% de todas las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero (GEI). Por lo tanto, enfatiza que reducir la extracción y producción de estos combustibles se presenta como una parte fundamental de la solución. Advierte que la persistente dependencia de los combustibles fósiles agrava el problema del cambio climático, contribuyendo al aumento de las temperaturas globales, a la acidificación de los océanos y a fenómenos extremos.
En este contexto, señala que las energías renovables se perfilan como una solución crucial para enfrentar los desafíos energéticos y ambientales que plantea el cambio climático. “Su efectividad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la sostenibilidad y generar empleos las convierte en un componente esencial para la transición hacia un futuro energético más limpio y resiliente”, afirma el informe. Además, enfatiza que fomentar la inversión en tecnologías renovables y superar las barreras existentes es fundamental para maximizar su potencial y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El estudio detalla que entre 2018 y 2023, la energía eólica mostró un crecimiento inicial notable, alcanzando un 38.3% de participación en la generación total en 2020. Sin embargo, en los años siguientes experimentó una ligera disminución, estabilizándose por encima del 30%.
En cuanto a la energía hidráulica, que representaba el 72.6% de la generación en 2018, ha disminuido significativamente hasta menos del 32% en 2023. Este descenso podría estar relacionado con la disponibilidad limitada de recursos hídricos, un fenómeno posiblemente vinculado al cambio climático. En contraste, la energía fotovoltaica ha mostrado un crecimiento sostenido, pasando del 2.5% en 2018 al 31.2% en 2023, lo que refleja un notable impulso hacia la adopción de tecnologías solares. Por otro lado, se observa que la biomasa ha permanecido relativamente estable, oscilando entre el 6% y el 10%, sin evidenciar un crecimiento considerable.
Perspectivas
Las perspectivas para el crecimiento de las energías renovables son optimistas. En 2022, se instaló más capacidad renovable que en cualquier año anterior (CCPI, 2024). Los costos de producción e instalación continúan disminuyendo constantemente, mientras que el apoyo político y los incentivos están aumentando tanto a nivel internacional como nacional.
El informe destaca que la generación de energía renovable en el país ha avanzado significativamente hacia una matriz energética más limpia y sostenible. A través del desarrollo e implementación de tecnologías ambientalmente responsables, República Dominicana busca mitigar los efectos del cambio climático y cumplir con las metas establecidas en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), comprometiéndose a reducir un 27% sus emisiones de gases de efecto invernadero, condicionado al financiamiento tanto nacional como internacional.
En 2022, se generó energía renovable en 19 provincias del país, acumulando cerca de 3,600 GWh a nivel nacional. Las provincias con mayor generación fueron Peravia (558.71 GWh), Montecristi (463.35 GWh) y Barahona (402.45 GWh), mientras que las que menos generaron incluyeron María Trinidad Sánchez (1.05 GWh), Independencia (7.84 GWh) y Monte Plata (45.52 GWh).
“Estos valores reflejan el progreso hacia una matriz energética más limpia, lo cual contribuye significativamente a reducir la dependencia de los combustibles fósiles”, puntualiza el informe oficial.