David, el tiempo y el olvido
En un país con instituciones funcionales y una práctica política ética, este hecho no constituiría noticia ni motivo de comentarios, porque sería lo esperable, pero la Alcaldía del Distrito Nacional, como casi todos los gobiernos municipales, ha albergado tantos corsarios, cada quien con su respectivo botín, que manejar finanzas auditables resulta inédito y disruptivo.