Cuba acumula 58 muertes y 1.437 casos de COVID-19
La muerte de dos enfermos de la COVID-19 elevó a 58 el total de fallecidos por coronavirus en Cuba hasta este martes, cuando la isla anunció 48 casos más para un acumulado de 1.437 positivos y la cifra de altas diarias volvió a sobrepasar la de nuevos contagios.
Los nuevos fallecidos son dos cubanos de 85 y 63 años con patologías previas, informó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en el parte diario televisado.
En los hospitales cubanos hay siete personas en estado crítico (uno más que la víspera) y seis graves (sin cambios), mientras 790 no presentan complicaciones.
El número de 48 nuevos infectados, todos de nacionalidad cubana, supone un aumento en más del doble con respecto a los 20 del día anterior -la cifra más baja desde el comienzo de abril- y restablece la tendencia de en torno a medio centenar de positivos diarios de las últimas semanas.
Las edades de los contagiados oscilan entre uno y 87 años, y 33 son contactos con casos confirmados, mientras que en quince no se precisa aún la fuente de infección. Veintiocho (el 58,3 %) eran asintomáticos cuando se les realizó la prueba, especificó el doctor Durán.
Los positivos registrados hoy fueron detectados entre 1.857 pruebas PCR completadas la víspera, lo que deja un total de 43.508 test hasta la fecha, complementados por decenas de miles de pruebas rápidas con kits procedentes de China.
Según el Minsap, 50 personas fueron dadas de alta el lunes, lo que deja en 575 el número de pacientes completamente recuperados del coronavirus (un 40 % de los casos confirmados).
Este es el tercer día consecutivo en el que la isla reporta más pacientes curados que contagios en 24 horas.
Hasta el momento, en el país no hay registros de enfermos curados que hayan contraído nuevamente el virus, precisó el director de Epidemiología del Minsap.
Actualmente, más de 3.330 personas se encuentran ingresados en centros sanitarios cubanos por considerarse sospechosos de haber contraído la COVID-19, mientras que otras 6.742 permanecen bajo vigilancia clínico-epidemiológica en sus casas.
La Habana vuelve a resaltar como la provincia más afectada en el recuento diario, con el mayor número de nuevas infecciones (26 de los 48 enfermos).
La capital -hogar de alrededor de 1,2 de los 11,3 millones de habitantes del país- acumula 603 del total de positivos y es el segundo territorio con mayor incidencia del virus por número de residentes, después de la Isla de la Juventud.
Cuatro de los cinco municipios con más positivos en el país son habaneros. Entre ellos, Diez de Octubre y Centro Habana están entre los más poblados de la ciudad.
Aunque en La Habana -como en el resto del país- aún no se ha decretado el confinamiento general obligatorio ni el toque de queda nocturno, sí se han reforzado las condiciones de aislamiento en zonas específicas de la urbe donde se han detectado mayores focos de contagio.
Varios puntos de la isla también observan medidas especiales para contener la propagación del virus. La occidental provincia de Pinar del Río ha sido el único territorio en decretar ‘la limitación de movimiento’ a todos sus habitantes desde las 20:00 a las 06:00 horas.
Actualmente en Cuba hay 39 ‘eventos abiertos de transmisión’ local de la COVID-19 y cuatro de ellos deben ‘cerrar’ antes de que acabe abril, según el Minsap.
El más reciente ha sido un brote en el hospital Julio Aristegui Villamil, del municipio de Cárdenas, en la provincia occidental de Matanzas, en cuarentena desde ayer lunes.
Cuba se encuentra en fase pre-epidémica con transmisión autóctona limitada de la COVID-19, por lo que el Gobierno mantiene fuertes medidas preventivas, como la suspensión del transporte público, el cierre de fronteras salvo casos excepcionales y la clausura de escuelas y los mayores centros comerciales.
No hay confinamiento obligatorio pero se ha pedido a los ciudadanos no salir de casa excepto para actividades imprescindibles como ir a la compra o hacer trámites. El uso de la mascarilla es obligatorio en espacios públicos.
Todas estas medidas han ayudado a que Cuba esté en el escenario más favorable de los previstos, ha asegurado el Gobierno, que adelantó la fecha del pico de la epidemia para la primera semana de mayo, unas dos semanas antes de lo previsto inicialmente.