El fogonazo insuficiente de Kylian Mbappé
No fue suficiente pero en Sevilla llegó el instante Mbappé. En un clásico. En un clásico que era una final de Copa. Ahí sucedió. En un momento delicadísimo, acertó con una falta directa que pegó en el palo y entró. Era la segunda en menos de un mes, después del que le marcó al Leganés tras un toquecito de un compañero: el fruto inmediato de la idea de Luis Llopis, preparador de porteros, de incorporarlo al grupo de lanzadores. Ahora repitió en una cita comprometida, cuando quizá no se le esperaba.