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“Dulus”, el prototipo de aeronave que pone a RD en la vanguardia del ensamblaje militar

Nacido en las entrañas de la Fuerza Aérea, constituye un precedente para presentar el orgullo patrio. Una idea, un proyecto, una innovación, en cuanto a emprender el vuelo se trata.

Todo gracias al empeño y visión del entonces comandante de la institución, mayor general Carlos Ramón Febrillet Rodríguez, hoy viceministro de Defensa para Asuntos Aéreos y Espaciales.

La Fuerza Aérea de República Dominicana sienta las bases, y remonta un vuelo alto en cuanto al ensamblaje de aeronaves de práctica, vigilancia y entrenamiento se refiere.

Sin embargo, sin el apoyo del Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA), poner manos a la obra, no habría sido posible, debido a la alta tecnología que requiere este propósito, para lo que se firmó un acuerdo interinstitucional entre ambas entidades –FARD e ITLA—a fin de preparar a los técnicos que trabajan en este proyecto, específicamente en lo que a robótica y alta tecnología se refiere.

De igual manera, hizo su aporte en la parte de entrenamiento de ensamblaje, la empresa italiana Flying Legend SRL, que tiene el contrato exclusivo para fabricar y suplir las partes necesarias para que los encargados de esta labor, oficiales y alistados del Comando de Mantenimiento Aéreo de la institución, aumentaran sus conocimientos en esta materia.

Esta empresa, tiene su sede en la ciudad de Caltagirone, en la isla de Sicilia, nace en 2011, con la finalidad de construir aviones ligeros, por lo que fue elegida por el Alto Estado Mayor de la Fuerza Aérea para suplir, de acuerdo a características específicas las partes que componen el Dulus.

¿Cuándo y cómo surge la idea de una aeronave con características puramente nacionales?

La idea de crear una industria de ensamblaje de aeronaves para vigilancia, entrenamiento y práctica de los aspirantes a ser pilotos, surge en la década pasada, es decir, desde 2013. Todos vieron con escepticismo este proyecto y no hicieron caso.

No es hasta el septuagésimo quinto aniversario de la creación de la que fuera Aviación Militar Dominicana, en 1948, que este proyecto cobra vida. Inicia en 2023.

Ciertamente, la aviación militar, la tercera institución militar que surgió en el apogeo de la tiranía trujillista, a partir de su fundación ha aportado grandes personajes, que se inscriben en el libro de la historia reciente de nuestro país. Y este caso no es la excepción.

Una industria de futuro

Con la consolidación del proyecto Dulus, el país se convertiría en referente regional, ya que, por la ubicación estratégica de la isla, “situada en el mismo centro del trayecto del sol” y el elemento primordial, mano de obra nativa capacitada, calificada y de probada experiencia, la Fuerza Aérea podría expandir y ¿por qué no? convertirse en el eje puntal para ayudar y proveer a otros países del área con pocos recursos, a establecer sus propias fuerzas de patrullaje y entrenamiento.

De hecho, ya algunos países de la región han mostrado gran interés en la tecnología que utiliza la Fuerza Aérea para futura adquisición de los Dulus dominicanos, y de completarse el programa cronometrado, “como se ha estado haciendo hasta este momento, República Dominicana podría exportar esta tecnología a otras naciones de América Latina y el Caribe”, se explicó a Panorama.

Reducir la dependencia de “aviones de entrenamiento importados y fortalecer la capacidad de ensamblaje aeronáutico en el país”, es una de las principales metas que se propuso la Fuerza Aérea dominicana y su entonces comandante general.

Y realmente se ha logrado, pues el objetivo de producir diez aeronaves para entrenamiento y patrullaje ya es una realidad. La Fuerza Aérea ya cuenta con 5 “Dulus” totalmente ensamblados y se espera que el total determinado en esta primera etapa, 10 aeronaves, estén listas para finales de este 2025.

Un dato poco conocido. La segunda fase del proyecto “contempla fabricar completamente en el país las 5 aeronaves faltantes, que, además, tienen la ventaja de que utilizan gasolina premium como combustible, lo que abarata mucho más los costos de operatividad”.

Una labor callada pero firme. RD a la vanguardia puramente militar en ensamblaje de aeronaves, enfrenta a 4 colosos

Como la historia de David y Goliat, este pequeño país del Caribe insular, se inscribe en las páginas históricas de la aviación militar y trata de igualar y ¿quizá vencer? A cuatro países de América Latina que tienen una industria de construcción y ensamblaje de aeronaves bien establecida. Brasil, Chile, Argentina y Colombia, lo hacen, pero con el apoyo de empresas y personal civil.

Nuestro país es el único que lleva a cabo un proyecto de esta naturaleza con personal exclusivo de la Fuerza Aérea, una iniciativa sin precedentes en todo el continente, lo que demuestra el avance obtenido en los últimos años en esta materia.

Brasil, la primera potencia latinoamericana y tercera a nivel mundial en fabricación de aviones militares de entrenamiento avanzado, es el fabricante de los Súper Tucano, y lo hace con el apoyo táctico y de mano de obra de la empresa Embraer, que produce aviones comerciales, militares y ejecutivos.

Argentina, fabrica y ensambla aeronaves con la empresa estatal FAdA. Que en estos momentos enfrenta una grave crisis, debido a la decisión del presidente Javier Milei de volver a privatizarla, lo que elevaría los costos de producción de los aviones Pampa de reconocimiento y entrenamiento a niveles nunca vistos. La decisión está dentro del proyecto de ley “ómnibus”, que se encuentra actualmente en el congreso argentino.

Chile a través de la empresa estatal Enaer, es proveedor de servicios y ofrece mantenimiento y modernización de aeronaves militares y civiles, sus motores y componentes, incluyendo toda la ingeniería requerida para el desarrollo de los proyectos de modificaciones aeronáuticas, es el creador de los Pillan, aeronaves de entrenamiento, única y exclusivamente, los que también han sido adquiridos por el Estado dominicano.

Colombia, ensambla, junto a la estatal Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC), aviones militares, principalmente para el combate a la guerrilla y el narcotráfico, su diseño proviene de la firma norteamericana Lancair.

Cada país, un estilo de aeronave y el “Dulus” puramente dominicano

Las cuatro naciones que ostentan la supremacía en cuanto a ensamblaje, fabricación y venta de aeronaves, tienen un denominador común también se dedican a la aviación civil y comercial.

República Dominicana inicia su despegue hacia espacios extraterritoriales, al conformar en una sola aeronave lo que en conjunto fabrican y ensamblan los grandes países del Cono Sur latinoamericano con diferencias marcadas, tanto de características propias y asumidas, como por la versatilidad de su función: vigilancia del espacio aéreo, patrullaje permanente en zonas de conflicto y entrenamiento y práctica para los egresados de la Academia Militar Batalla de las Carreras, que quieren incursionar en el espacio aéreo nacional.

No importa la institución a la que pertenezcan, la Fuerza Aérea sienta un antes y un después en cuanto a aeronavegabilidad institucional se refiere, la cigua palmera, con su sonido zumbante, chirriante y silbante, ocupa el espacio aéreo nacional y pretende llevar este sonido a otras naciones que necesitan el auxilio de fuerzas que les permitan la vigilancia, patrullaje y entrenamiento. Eso resume el proyecto Dulus.

Desde su primer vuelo internacional hasta los desfiles militares

El 31 de marzo de 2024, el primer Dulus ensamblado en el país, realizó su primer viaje intercontinental, al despegar desde la Base Aérea de San Isidro, realizando puntos de escalas en las islas de Anguila, Barbados, repuntando hacia Guyana, Brasil, Paraguay y Argentina, para arribar finalmente a Santiago de Chile, en un viaje de 48 horas, sin reponer combustible, lo que dejó asombrados a los participantes de la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE 2024), lo que demuestra la calidad del trabajo del equipo dominicano.

Casi un año después, durante el desfile militar del 27 de febrero de 2025, Día de la Independencia, cuatro de las cinco nuevas aeronaves, hicieron aparición, mostrando la capacidad de esta institución. Más recientemente aún, en Santiago, en la conmemoración de la Batalla del 30 de Marzo, tres de estas aeronaves mostraron su calidad, lo que demuestra que a veces, soñar es bueno, si los sueños se cristalizan.

Claro, si no aparece en el camino, la “piedrita en el zapato” que intente minimizar esta gran innovación en el ámbito militar dominicano. Lo cierto es que el país se inscribe en la lista de naciones con un referente histórico en cuanto a aeronavegación y puramente militar. Una hazaña desde cualquier punto de vista.

Es la más joven de las instituciones armadas, Ejército y la Marina de Guerra, hoy Armada de República Dominicana surgieron al calor de las guerras independentistas, pero ha sobrepasado a sus hermanas de filiación y condición y hoy se inscribe en las páginas históricas de la innovación. Callada, pero firmemente, ha sabido ocupar su sitial.

Como corolario

Conseguir datos precisos y confiables sobre el programa “Dulus 75”, constituyó una odisea para Panorama, ya que la excesiva burocracia imperante, hace difícil el acceso a información. Hay que llevar una carta al ministro de Defensa, de ahí pasa al J-5, la entidad encargada de aprobar o no las solicitudes, y todo quedó en espera. Pero, al fin y al cabo, se consiguió por otras vías dentro de la institución aérea y las demás entidades que conforman el sistema de defensa nacional. ¡No faltaba más!