¿Por qué el Día del Padre en RD se celebra el último domingo de julio?

En muchos países alrededor del mundo el próximo domingo 26 de julio solo será el último fin de semana del mes, pero para nosotros los dominicanos esta fecha tiene un valor agregado. Y es que, como cada año, celebraremos el Día del Padre en homenaje al rol masculino en la vida de los hijos, ese que es capaz de educar sobre la base de la disciplina y el respeto, pero que al mismo tiempo es cariñoso y consentidor como solo él puede serlo.

Desde que tenemos uso de razón hemos reservado el día para festejar y agradarlos con obsequios como ellos merecen. Sin embargo, es posible que nunca nos hayamos preguntado a qué se debe la elección de la fecha. Según el criterio del sociólogo Giovanni Brito, a diferencia de otros países, como España, por ejemplo, en el que el Día del Padre coincide con el día que la cristiandad dedica a San José, esposo de la Virgen y Patrono de la Iglesia Universal, en República Dominicana la festividad más bien es una fecha pensada desde el punto de vista comercial.

“Esta fecha es de carácter comercial. El hecho de que se celebre el último domingo de julio se trata de una acomodación para poder manejar la periodicidad con otras fechas importantes. Que haya poco tiempo de diferencia entre el día de las madres y el de los padres es contraproducente por razones de comercio, pues no habría capacidad económica para celebrar ambos si están muy cerca”, aclara Brito, asegurando que años atrás el Día del Padre era justo un mes después del de las madres, pero por la razón expuesta anteriormente tuvo que ser movido. “Con el tiempo el aspecto comercial ha ido influyendo en esta y otras celebraciones, por lo que deben ser distanciadas para asegurar que se pueda cumplir con el regalo esperado”, dice.

¿Por qué no se le da tanta importancia?

Si bien en nuestro país es tradición agradar a los padres en su día con buenos regalos, hay que admitir que a la ocasión no se le da tanta importancia como al Día de las Madres. Según el sociólogo, esto porque, pese a que con el tiempo el rol de la mujer en general ha cambiado y ya no solo se espera de ella que se dedique a los hijos y al hogar, todavía la concentración de afecto de la familia está en la madre. A eso agrega que además de ser dadoras de vida, las madres tienen méritos por los cuales siempre se les reconocerá, como ser ente principal de educación y formación familiar.