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Una tarde con una cuadrilla de bomberos voluntarios: “Le dije a mi madre que no iba a un sitio peligroso”

Lo único que queda del paraíso natural de Filiel (León) es una pegatina de un coche: “FiliElParaíso”. Todo lo cubre ahora un humo gris y resplandores naranja de fuego a los pies del monte Teleno. Los servicios de emergencia mantienen la guerra contra el fuego que hostiga a la comarca de la Maragatería. La fragilidad del dispositivo de la Junta de Castilla y León ha provocado que retenes de bomberos se hayan volcado con la extinción de los incendios incluso en su tiempo libre, burlando a las empresas subcontratadas a las que pertenecen, para colaborar con los turnos oficiales o con el vecindario para salvar todo lo posible. “Le dije a mi madre que no iba a venir a un sitio peligroso”, confiesa uno, antes de batirse contra una ola de fuego.

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