El informe científico del embalse de As Conchas: 97 millones de bacterias “muy peligrosas” por litro de agua
Los informes en los que cimentan su demanda contra la Xunta y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y Limia los vecinos de As Conchas, un pequeño pueblo de Ourense al borde de uno de los embalses más contaminados de España, no dejan resquicios para la duda. Las conclusiones de los investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) de Santiago y Granada y de la Universidad Complutense, cuyos informes “unificados” han sido presentados ya ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), alertan de que “hay entre 32.400 y 97.200 bacterias muy peligrosas por cada mililitro de agua”. “Es decir”, detalla a continuación este documento de 832 páginas, hay “entre 32 y 97 millones de bacterias muy peligrosas en una botella de un litro de agua, bacterias que permanecen en el agua del embalse [de As Conchas] durante todo el año”, puesto que allí “se dan las condiciones óptimas para que proliferen”.
La «sentencia de muerte» de las bacterias resistentes a antibióticos
“La resistencia a antibióticos es el principal desafío de salud pública al que nos enfrentamos”, advierten los informes que acompañan la demanda, “se estima que hasta tres de cada cuatro personas podrán morir como consecuencia de una enfermedad infecciosa producida por bacterias resistentes”. Actualmente, causan 33.000 muertes al año en Europa y generan un gasto sanitario extra de 1.500 millones de euros anuales. Los antibióticos se utilizan en la cría intensiva de animales desde 1950, y el “uso excesivo” es la “principal causa de la proliferación de bacterias resistentes” a estos fármacos. “Como consecuencia del uso incorrecto”, afirma el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, estos medicamentos “están perdiendo eficacia a un ritmo que era impensable hace solo cinco años. Si seguimos consumiendo antibióticos al ritmo actual, Europa podría sufrir un retroceso a la era anterior a los antibióticos, cuando una infección bacteriana corriente, como una neumonía, suponía una sentencia de muerte”.
Los investigadores que participan como peritos para la demanda colectiva de los vecinos de As Conchas, avisan de que “la llegada de los antibióticos a los ecosistemas y su impacto en las especies salvajes, desde microorganismos hasta fauna en peligro como los anfibios, es gravísima”. A través del agua que se usa para beber, cocinar o bañarse, los antibióticos usados en ganadería pueden producir alergias, daños en la gestación, “retraso del crecimiento” y “trastornos neuro hormonales por su efecto disruptor endocrino”. Los antibióticos se expulsan con los excrementos y se vierten a los campos de la comarca de A Limia, según recogen los informes. “Al no haber ningún control”, alertan, pueden ser “cientos de kilogramos, quizás toneladas” los que ya han llegado al embalse.
Entre 2007 y 2010, se llevó a cabo el estudio Propuesta Metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el Estuario del Guadalquivir, coordinado por Miguel Ángel Losada y Javier Ruiz, en el que participaron grupos del CSIC y varias universidades. Ese trabajo, basado en más de 80 millones de datos, está considerado como el mayor estudio medioambiental llevado a cabo en España. El grupo de la Complutense que ha estudiado las cianobacterias en As Conchas se había encargado de lo mismo en el Guadalquivir. Y si en aquel momento el informe concluyó que el estuario era “uno de los lugares más contaminados del mundo”, ahora defiende que “a nivel de cianobacterias, cianobacterias tóxicas y cianotoxinas, la situación del embalse de As Conchas es sin duda peor”.