Extremadura solo ha sido el prólogo para el PSOE
Miguel Ángel Gallardo quería ser Emiliano García-Page. Lo comprobamos en la entrevista que José Marcos le hizo en este periódico en septiembre de 2024 en la que sentenció que el PSOE extremeño no podía ser una “sucursal de Ferraz”. Gallardo entendía que podía tener más espacio si se distanciaba de Sánchez, que manejó la idea de ponerle un candidato alternativo en las primarias del PSOE de Extremadura. Pero Manos Limpias y una jueza de Badajoz irrumpieron en la escena política. Los planes se torcieron con la imputación del dirigente extremeño por el supuesto caso de enchufismo del hermano de Sánchez en la Diputación que él presidía y, en Sevilla, en el congreso federal del PSOE, tres meses después de aquella entrevista, Gallardo salió de su reunión a solas con el presidente con el compromiso de que no le pondrían ningún obstáculo en su territorio.