La UE multiplica los guiños a la ultraderecha con medidas duras contra la inmigración
Muros, controles en las fronteras interiores, centros de deportación externos y acuerdos con regímenes cuanto menos dudosos en su respeto a los derechos humanos para que actúen de escudo frente a quienes quieren alcanzar Europa. Paso a paso, en pleno auge de la ultraderecha en varios Estados miembros, la Unión Europea avanza para blindarse a la inmigración y derribar el derecho de asilo que fue una de las bases para construir el club comunitario tras la II Guerra Mundial. El último paso lo ha dado Alemania, donde la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Friedrich Merz, que se perfila como el futuro jefe de Gobierno de la mayor economía europea tras las elecciones del próximo 23 de febrero, ha sacado adelante junto a la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) una moción no vinculante parlamentaria que exige rechazar a los demandantes de asilo que lleguen a las fronteras alemanas. Una medida que, de ponerse en marcha, supondría una prohibición de entrada de facto.