Mazón se derrumba al enfrentarse por primera vez al dolor y la rabia de las víctimas de la dana
El 29 de octubre de 2024, el día que los valencianos más lo necesitaban, su presidente desapareció durante horas de los lugares de toma de decisiones y seguimiento de la emergencia. El 30, constatado el desastre (el saldo final es de 229 muertos), Carlos Mazón decidió huir hacia adelante, disparando la responsabilidad en todas las direcciones, salvo la suya. Pero este miércoles, un año después, ha tenido que mirar de frente a los familiares de las víctimas. Separados por apenas unos metros de distancia, el dirigente popular oyó cómo le gritaban “cobarde”, “asesino”, “desgraciado” y cómo le recordaban “la comida con la periodista…” en la que ocupó buena parte de aquella tarde. Y 365 días después, Mazón se derrumbó.