Saber estar
La apertura del año judicial, que hoy preside el Rey, no será una representación de respeto entre las altas instituciones del Estado por encima de las personas que las ocupan, sino todo lo contrario. Lamentablemente, el acto anual más importante del Poder Judicial será un ejemplo más de las dinámicas que contribuyen al deterioro institucional en España y que dejan al ciudadano con la sensación de que el tacticismo de los partidos se ha vuelto tan extremo que ha eliminado cualquier espacio no ya de diálogo, sino de cortesía.