Aura Celeste: El Poder Legislativo ha perdido su esencia constitucional

Aura Celeste Fernández aspira a diputada por la circunscripción número uno del Distrito Nacional por el partido Alianza País.

Entre sus principales propuestas tiene la de actualización y reformas a las leyes relativas a la niñez y la adolescencia, crear igualdad de laborales y salariales, así como disminuir el poder del Ejecutivo sobre el Ministerio Público.

La exjueza de la Junta Central Electoral abordó sus perspectivas de ser electa diputada.

¿Qué se necesita cambiar del actual estilo de legislar?

Hay que reasignar al Poder Legislativo su independencia y función de fiscalización y control del Poder Ejecutivo. En nuestro país, el Poder Legislativo ha perdido su esencia constitucional.

En ocasiones, nuestras cámaras legislativas llevan a cabo sus funciones técnicas como si fueran ministerios bajo la dirección del Poder Ejecutivo, o peor aún, de la dirección del partido de gobierno. Sin embargo, debería ser al revés.

El legislativo está llamado a ser el órgano con mayor poder y autonomía en el Estado.

Está llamado, por mandato constitucional, a limitar, fiscalizar y controlar al Presidente de la República y sus dependencias, en representación del pueblo, no del partido. Nuestro desafío es inmenso pero legítimo.

Romper con la cultura presidencialista no es tarea fácil. Tenemos que ser lo suficientemente sinceros para admitir que no hay fórmulas mágicas, ni inmediatas.

Al final de cuentas este reto se logra, a grandes rasgos: fortaleciendo los mecanismos democráticos; fortaleciendo las instituciones; incentivando la participación de la ciudadanía en los procesos políticos; y mediante el empoderamiento y educación cívica del ciudadano. Un buen punto de partida es predicar con el ejemplo.

Desde la Cámara de Diputados vamos a trabajar arduamente en crear políticas públicas tendientes a fortalecer nuestra democracia; vamos a actuar con independencia de criterio en el cumplimiento de las funciones que la Constitución asigna a los legisladores, incluyendo la de hacer de la Cámara de Diputados un órgano de control y fiscalización del Poder Ejecutivo.

¿ Cuáles son sus principales iniciativas?

Impulsaré y defenderé legislaciones encaminadas a crear igualdad de laborales y salariales y en garantizar que la maternidad no sea un obstáculo para la mujer alcanzar sus sueños profesionales;

Trabajaré para la actualización y reformas que fueren necesarias, de las leyes relativas a la niñez y la adolescencia, para el respeto de sus derechos fundamentales y para la creación de las condiciones económicas que permitan su desarrollo integral.

Promoveré la modificación integral y profunda de la ley de la Policía Nacional para desmilitarizarla y convertirla en un cuerpo civil, transparente y sometido al escrutinio y constante rendición de cuentas.

Trabajaré por impulsar una reforma constitucional por medio de una Asamblea Constituyente, en la que propondremos disminuir ampliamente el poder del Ejecutivo sobre el Ministerio Público y a la vez, incrementar la responsabilidad y participación de la sociedad civil en el nombramiento y destitución del Procurador General de la República.

Que se declare Loma Miranda como Parque Nacional.

Legislaré en contra de la explotación minera que no garantice la viabilidad ambiental a corto y mediano plazo.

Por la reforma integral y estructural de la Ley 87-01 que crea el Sistema de Seguridad Social, para convertirlo en uno universal, solidario, honesto, transparente, humano y eficiente que garantice pensiones dignas para los trabajadores y protección en el desempleo y contra los riesgos laborales e impulsaré una ley que asegure no menos del 5% del PIB para el sistema de salud pública.

¿Deben los diputados entregar dinero y alimentos a la gente?

Uno de los graves problemas que tienen nuestros cuerpos legislativos es que nuestros legisladores han desnaturalizado completamente la función constitucional del Poder Legislativo.

No solamente nuestros legisladores no asumen la función de fiscalizar y controlar el gran poder que tiene el ejecutivo, es decir, no sirven de balance constitucional al poder del presidente de la República; sino que también su propia función de legislar se encuentra, en la mayoría de los casos, subordinada a los deseos del Ejecutivo y del partido de gobierno, no del pueblo al que están obligados a representar.

Una de las muestras más claras de la desnaturalización de la esencia y funciones del Poder Legislativo la constituyen los llamados cofrecito y barrilito, y otras prácticas clientelistas por medio de las cuales nuestros legisladores se auto autorizan el desembolso de dineros públicos que son utilizados para «crear fundaciones» y desarrollar agendas asistencialistas y clientelistas en su comunidad de votantes.

No solamente constituye esto un uso de recursos del Estado para fines electorales que, a su vez, crea desigualdad en las carreras electorales, sino que además desnaturaliza lo que es y debe ser un legislador: una voz y voto que represente los intereses de su comunidad de votantes en la definición de las políticas del Estado y creación de las leyes que nos han de regir a todos en nuestro beneficio colectivo.

Otra muestra clara de lo anterior lo constituyen las llamadas «exoneraciones», por medio de las cuales los legisladores (y otros funcionarios públicos) se auto-aprobaron la facultad de importar vehículos sujetos a exoneraciones fiscales, lo que constituye un privilegio en franca violación de la Constitución. ¿A qué sirve a la función legislativa que los legisladores tengan vehículos exonerados? ¿Por qué un legislador o un funcionario tiene derecho a no pagar un impuesto que todos los demás ciudadanos pagamos?

Nuestros legisladores, casi en su totalidad pertenecientes a los partidos políticos tradicionales, son los creadores, beneficiarios y, en la mayoría de los casos, defensores de estos programas.

Por eso, una reforma constituye, sin dudas, un gran reto que requiere de una nueva generación de legisladores con integridad y convicción de que al Congreso se va a servir y no a privilegiarse.

En la lucha por adecentar la función legislativa, lo primordial será el empoderamiento, la participación y la presión de la población dominicana.

En Alianza País tenemos muy claro que estos privilegios y programas clientelistas son una forma de corrupción. Además, estamos comprometidos a acabar con la dilapidación de los recursos públicos. Como consecuencia, todos los candidatos de Alianza País nos hemos comprometido públicamente a no aceptar estos privilegios y regalos y a trabajar arduamente para eliminarlos.

¿Para qué sector, sexo o área en específico piensa legislar?

Mujer, niñez y adolescencia, institucionalidad democrática, independencia de la justicia y Ministerio Público, medio ambiente, seguridad social, presupuesto de salud pública, contra la corrupción y la impunidad.

¿Cómo hacer que la fiscalización no sea un mito en el Congreso?

Lo ideal para ello sería lograr una oposición que sea mayoría y plural, y que al mismo tiempo esos legisladores tengan plena conciencia democrática del rol de fiscalización del Poder Ejecutivo que les toca cumplir conforme lo que manda la Constitución.

A eso habría que agregar la creación de una cultura de honestidad y de sanción moral cada vez que se tome conocimiento de que algún legislador ha vendido su conciencia al gobierno de turno o a algún sector de la sociedad.

Cuando no exista esa oposición mayoritaria en el Congreso, no queda otra alternativa que recurrir a la opinión pública y poner al tanto a la ciudadanía, de las situaciones irregulares, que se estén dando.

El legislador se debe a la sociedad y no puede colocar su militancia partidaria por encima de sus deberes constitucionales y legales.

En los organismos colegiados cuando se produce una asociación de miembros para actuar en contra de la Constitución, las leyes y el interés común, entonces hay que buscar el apoyo de la ciudadanía para dar la batalla que haya que dar respecto de aquello que una considere correcto y justo.