Muerte de joven modelo ocurrió en sector de alta delincuencia
Como carismática, alegre, entregada, dedicada y con sueños incalculables, así describieron familiares a la joven Kenia Arias Meléndez, quien murió en un confuso incidente en el sector Los Frailes, mientras compartía con sus amistades en la denominada fiesta “fraileros ausentes” el pasado domingo.
Los hermanos de la joven aseguran que tanto ellos como su madre están desbastados por el hecho y calificaron la situación como “un acto bárbaro y cruel”, contra un grupo de jóvenes que salieron con el propósito de compartir «sanamente un rato”.
Según explican, los tiros al aire o por algún enfrentamiento con delincuentes de diferentes bloques del sector son frecuentes y a todas horas, por lo que entienden la Policía Nacional ha actuado «de manera floja» para hacerle frente a la delincuencia del país.
“Aquí hay muchos dementes que empiezan a tirar tiros para arriba de repente y obviamente esos disparos suben, pero cuando caen, caen encima de algo”, sostuvo Wilton Bencosme Meléndez, hermano de la víctima.
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“El famoso peaje”
Parientes cercanos de la joven de 27 años ultimada el pasado domingo, comentan que los “famosos peajes” en el sector Los Frailes son cada día peor, ante la ola de delincuencia que azota la población.
Aseguran que en ese sector las armas de fuego “cualquiera las puede tener” y que no hay un control por parte de la uniformada para detenerlo. “Al contrario, ellos cogen su chelitos y dejan que hagan lo que quieran”.
Precisan que la situación se les ha salido de las manos a las autoridades y piden que haya más control y mejores medidas para quienes cometan actos delictivos.
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Llaman al presidente Luis Abinader y a las autoridades del Ministerio de Interior y Policía a que pongan “mano dura” ante la cantidad de armas ilegales, que no solamente están Los Frailes, sino en gran parte de sectores del país.
Invitan a las autoridades de la uniformada a utilizar el programa “Mi país seguro” de forma correcta y con mejores medidas.
También, hacen un llamado a la juventud para que se preparen, estudien, y que tomen conciencia del daño irreparable que puede causar ese tipo de situaciones “de tirar tiros a personas inocentes”.
Aseguran que llegarán hasta las últimas consecuencias para que la muerte de su hermana no quede impune. «La vida no se la van a devolver, pero por lo menos que se haga justicia y que los culpables paguen».
Sobre Kenia Arias Meléndez
La joven, quien además de ser modelo, estudiaba contabilidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Era una mujer llena de sueños y su fe y firmeza por ellos le daba cada día fuerza para seguir adelante.
Kenia Arias dejó un niño de siete años en la orfandad, por el cual, día tras día se levantaba con la idea de crearle un mejor futuro y pagarles sus estudios. A pesar de que el padre de su niño nunca se ocupó de él, su madre siempre le brindó apoyo y la ayudaba con la crianza.
Aun con asombro y sin consuelo, la madre de Arias no ha tenido paz desde que le arrebataron “a su prenda” de sus brazos. Ha presentado varias crisis de salud que la han llevado a realizarle estudios de emergencia, según comentó uno de sus hijos.
Añade que la persona encargada de llevarla con buen pie hacia su profesión, le había comentado que Kenia tenía madera para el modelaje por lo que cada día se esforzaba más para dar lo mejor de sí.
Fotógrafo de Kenia
El fotógrafo de Kenia, Patricklee Hamilton, sostuvo que las aspiraciones que tenía la modelo sobrepasaba los niveles ante el alto empeño de dedicación que brindaba.
Comentó a Diario Libre que hablaba de su hijo sin cesar y que su gran sueño era moverse en cadenas internacionales como modelo profesional.
Hamilton expresó que trabajó de la mano de Kenia donde la preparaba para pasarelas y otras disciplinas de la industria del modelaje. También le enseñaba cómo comportarse delante y detrás de cámaras.
Vecinos
Los vecinos cercanos a la joven Kenia Arias aseguran que su comportamiento siempre fue de una persona sumisa, tranquila y con un corazón sano.
De acuerdo al señor Claudio Núñez nunca sintió una mala vibra en las acciones de la joven, por lo que su risa y buen ánimo alegraban la zona donde residía.
“Ella no acostumbraba a salir a ese tipo de actividades, pero si salió no lo hizo por nada malo, simplemente quería disfrutar con sus amistades”.
Mientras que Enríquez Severino añadió que la delincuencia del sector cada día se le sale de las manos a las autoridades y las consecuencias son pagadas por inocentes, como es el caso de la joven de 27 años.