¿Docentes bien preparados o muchos poco instruidos?

La República Dominicana tiene más licenciados en educación  graduados que los que va a necesitar por los próximos 10 años.  La mayoría de ellos son egresados de programas tradicionales de las diversas universidades que forman maestros, situación que debería motivar  a las autoridades educativas a concentrar esfuerzos en la calidad de los docentes que egresan de las universidades y no en la cantidad.

Solo en el recién celebrado Concurso de Oposición Docente cumplieron con los requisitos de participación 73,569 postulantes, de los cuales asistieron al proceso de evaluación 71,826, resultando aprobados 29,527, para un 41.10 por ciento de los evaluados. 

No pasaron el concurso docente 42, 299, que en casi su totalidad son egresados de los programas tradicionales de Educación de las universidades, más 1,734 que no completaron la documentación, para un total de 44,033 docentes en el mercado.

Juan Ariel Jiménez, exministro de Economía y que participó en todo el proceso para la implementación de la Normativa 09-15, explicó que el Ministerio de Educación hizo una proyección de necesidades de educadores por áreas y por regiones del país.

“Teniendo el país un exceso de educadores, si contamos también  con los que están en las aulas y que se van a graduar próximamente, pues más exceso de educadores tendremos, pero la mayoría no pasan el concurso”, dijo Jiménez.

En ese orden, indicó que se realizó un modelo prospectivo desarrollado por la Oficina de Planificación y Desarrollo Educativo del Ministerio de Educación de la República Dominicana para proyectar en el mediano plazo   la cantidad de personal docente y administrativo que será requerido por los centros educativos del sector público, para el periodo 2016-2024.

Los resultados de este estudio arrojaron que los centros educativos del sector público requerían en  esa fecha (2016),  un mínimo de 81,580 docentes para funcionar adecuadamente según la organización estándar de la provisión de los servicios

De mantenerse constante esta proporción de estudiantes por personal  y de evolucionar la matrícula del sector público por servicio de acuerdo a los supuestos, el número de docentes requeridos aumentaría a 98,267 en el 2020 y alcanzaría los 101,586 profesores en el 2024.

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Infografía

El Concurso 

Los datos del Concurso  de Oposición Docente realizado en 2019 dan cuenta  de que se registraron 54,679 docentes y completaron la documentación 50,491. De estos 49,562 acudieron a las evaluaciones  de habilidades cognitivas y competencias.

30,268 aprobaron  las pruebas de habilidades cognitivas y  18,213 las de competencia. De estas dos fases  pasaron a la siguiente, la de conocimiento,  11,831 de los que pasaron 6,963. En la entrevista, que es el último tramo de la evaluación del concurso aprobaron 6,957 docentes.

Citaremos como ejemplo las tres universidades de las que participaron la mayor cantidades de docentes en el Concurso de Oposición del 2019. La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Universidad O&M y la Universidad Nacional Evangélica (UNEV).

De la (UASD) se postularon  13,645 docentes de los cuales 7,594 aprobaron  en habilidades cognitivas;  4,729 en competencias y 2,907 en ambas fases. De estos 2,907, aprobaron la fase de conocimientos 1,895  y  pasaron la entrevista1,894.

De la O&M fueron admitidos 7,004 de los que 4,495 aprobaron en habilidades cognitivas; 2,551 en competencias y 1,711 en ambas fases. De estos, pasaron 894  la fase de conocimientos y 891 la entrevista.

«“Los altos requisitos para el ingreso a la carrera mediante del Programa de Formación Docentes de Excelencia eran del desagrado de universidades privadas porque la carrera de educación es muy rentable”.» Juan Ariel Jiménez Economista, exministro de Economía.

Egresados de la UNEV  fueron admitidos 6,067 de los que 4,495 aprobaron en habilidades cognitivas; 2,551 en competencias y 1,711 en ambas fases. De estos 894 pasaron la fase de conocimientos y 891 la entrevista.

Las pruebas de ingreso

El exministro de Economía, Juan Ariel Jiménez explicó que la prueba de ingreso a la carrera docente, que es una prueba estandarizada e internacional, fue establecida en el Pacto por la Reforma Educativa, que fue firmado por todos los partidos políticos.

“Los altos requisitos para el ingreso a la carrera mediante del Programa de Formación Docentes de Excelencia eran del desagrado de universidades privadas porque la carrera de educación es muy rentable, que tiene bajísimos costos porque no tiene casi equipamiento y es muy demandada por las personas y por la UASD en su proceso político. La Facultad de Educación siempre quería tener una cantidad grande de estudiantes para con eso tener mucho más recursos, más profesores contratados y pesar más políticamente en las decisiones”, opinó Jiménez.

Destacó,  además, que cuando los países varían las pruebas lo hacen para aumentar los estándares de ingreso, nunca para bajarlos.

Pacto por la Reforma Educativa consigna las pruebas

La decisión de hacer esta prueba fue consensuada un año antes por los sectores nacionales que participaron en el Pacto Educativo. El punto 5.1.6 del Pacto consigna que se debe implementar, con carácter obligatorio, una prueba de ingreso validada para los programas de formación de docentes, la cual debe medir si los estudiantes poseen los conocimientos, la vocación y las habilidades requeridas para iniciar estudios a nivel terciario en el área del magisterio. En caso de que las deficiencias evidenciadas sean de conocimiento, la institución en la que aspiran estudiar deberá ofrecer a los interesados estrategias académicas que les permitan superar las deficiencias antes de su ingreso a la carrera.

Explicó que la normativa  09-15 establece que la formación de docentes de  los niveles de inicial y primario se hace en la facultad de Educación y la formación de los niveles secundarios se tiene que realizar en las facultades o escuelas de la disciplina.

“La carrera de educación secundaria de matemáticas es en verdad es una licenciatura en matemáticas con aplicación a la educación secundaria, por  lo cual al ser una licenciatura en matemáticas debe ser coordinada y desarrollada por la Facultad de Ciencias, en la Escuela de Matemática y eso se estableció porque el 55% de los créditos  tiene que ser la disciplina que se va a enseñar en secundaria”, agregó.

El exministro de Economía denunció que la UASD cambió, en este gobierno con la aprobación del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt),  a que todo vuelva a la  Facultad de Ciencias de la Educación, en clara  violación a la Normativa 09-15 que todavía está vigente. 

El cambio a la prueba PAA no está basada en evidencias

El Mescyt elabora una nueva prueba adaptada a “la realidad y contexto de la República Dominicana”, bajo el alegato de que la norma vigente es excluyente y que muchos estudiantes no pueden ingresar a la carrera docente porque no pasan la Prueba Aptitud Académica (PAA). La nueva prueba de ingreso será elaborada por una comisión con la asesoría de la experta chilena Lorena Meckes. David A. Capellán, director de Desarrollo Profesoral Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (Isfodosu) y Luisa Taveras, vicerrectora ejecutiva del recinto Félix Evaristo Mejía entienden que esta decisión apunta claramente en una sola dirección, dejar de usar la PAA, la prueba más selectiva de las que se aplican para el ingreso a la formación docente. Señalan que la decisión no fue tomada en base a los resultados del estudio realizado a la Meta Presidencial de Formación Docente y la Normativa 09-15 realizado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). “De nada vale contar con la inversión, si las políticas no apuntan en la dirección correcta. Francamente no entendemos cuál es el objetivo de sustituir la prueba más selectiva, la PAA, cuando hay otras vías para hacer crecer el número de admitidos en los programas de educación. Y, sobre todo, antes de tener los datos precisos de los resultados que obtuvieron en el pasado concurso los aspirantes a los que si se les exigió la PAA como requisito de entrada para su formación universitaria”, expresaron. Señalaron que la frustración del estudiante universitario admitido a un programa para el cual no tiene las competencias es enorme, aún más cuando culmina y no es capaz de superar el concurso de oposición docente y obtener una plaza en el sistema público.