Hopsital siquiátrico antiguo 28 nunca ha estado cerrado

Los parámetros en salud mental se han modernizado y con ellos las diferentes maneras de asistir a los pacientes, al punto de que ya no se estilan los reclutamientos permanentes en hospitales psiquiátricos.

Así lo explicó la subdirectora del Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini (antiguo 28), Rosaura Holguín, quien aclaró que este centro «nunca ha estado cerrado».

«Lo que ha cambiado es la metodología, ya no tenemos esa visión de manicomio», agregó.

Durante el encuentro semanal con personal de la prensa, Holguín indicó que desde el 11 de agosto de 2016 se instauró una nueva visión en el abordaje de la salud mental con el cambio de sistema en dicho centro psicosocial.

«No queremos un manicomio, no queremos un depósito de personas» Rosaura Holguín Subdirectora del Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini (antiguo 28)

Durante el pasado año, unas 26 personas que tenían algún padecimiento de salud mental pudieron ser reinsertadas en sus senos familiares, tras recibir atenciones en este centro.

La doctora comentó que el primer paso de evaluación se realiza en las 12 Unidades de Intervención en Crisis que se encuentran dentro de los principales hospitales, citando al Darío Contreras y Moscoso Puello como ejemplos.

Luego de que se estabiliza al paciente, Trabajo Social hace un levantamiento y verifica las condiciones físicas de la persona. Si mantiene un estado de vulnerabilidad y tiene más de 18 años y menos de 60, es candidato para ingresar al Centro Psicosocial Padre Billini.

Las personas que superan este rango etario son enviadas al Consejo Nacional de las Personas Envejecientes (Conape).

 

Indigencia no es sinónimo de falta de salud mental

La doctora Holguín puntualizó que no todas las personas que viven en condición de indigencia se debe a que padezcan problemas relacionados a la salud mental.

«El hecho de que seas indigente, no te clasifica como alguien con patología mental ni alteración cognitiva», recalcó.

La galena dijo que luego de los incidentes del fin de semana, donde un joven perdió la vida cuando recibió el impacto de una piedra lanzada a su vehículo desde un puente peatonal, evaluó a seis personas sospechosas y cuatro resultaron ser ciudadanos que «simplemente disfrutan de vivir en las calles», sin que se les detectara ningún padecimiento mental.

«No podemos después de tanto avance, volver a atrás», dijo la sudirectora al concluir su intervención.