¿Los adolescentes pueden beber alcohol?
Los adolescentes pueden ser particularmente vulnerables al consumo de alcohol, en un esfuerzo por ser más independientes, pueden tomar riesgos y buscar situaciones nuevas y esto podría incluir experimentar el consumo de alcohol. Los menores de edad nunca deben beber alcohol, son muchos los daños asociados con su consumo a edad temprana, entre ellos alteraciones del desarrollo cerebral, mayor riesgo de trastornos de salud mental, intoxicación etílica, lesiones y accidentes.
El consumo de alcohol en menores de edad puede perturbar las funciones del cerebro en áreas críticas como la motivación, la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control del comportamiento. Así, no es de extrañar que los menores de edad que consumen alcohol a menudo tengan problemas familiares y sociales, bajo rendimiento académico, problemas de salud mental (depresión, ansiedad, etc.) e incluso conflictos con la ley (NIDA,2014).
La adolescencia es la etapa de la vida de paso de la infancia a la edad adulta del ser humano y constituye un periodo transicional. Dicha etapa es un periodo idóneo para la adopción de hábitos y actitudes, especialmente en el uso de sustancias adictivas que posteriormente pueden permanecer en la adultez, si no son bien manejadas, y llegan a afectar la salud del individuo y la sociedad.
El consumo de bebidas alcohólicas, principalmente la cerveza, se transforma en un acompañamiento indispensable para las diversas actividades o festividades sociales en las que nos desenvolvemos como individuos. Desde la celebración de un “baby shower”, matrimonios, divorcios, quince años, según el desempeño de los equipos de fútbol, festividades patronales, si hace frío o calor, etc., todas estas actividades se consideran como excusa para el consumo de productos alcohólicos.
Ese patrón de conducta es exhibido por lo general por personas adultas, sin embargo, son el ejemplo para seguir de las personas menores de edad, quienes han visto en el consumo de alcohol un ritual de paso para convertirse en niño o niña a hombre o mujer. Los resultados de las encuestas realizadas permiten visualizar cómo, al acercarse a la mayoría de edad, una mayor cantidad de jóvenes se inician o muestran patrones de consumo más regulares de bebidas alcohólicas.