Sánchez y Mella, el dúo que sostuvo independencia nacional
A Francisco del Rosario Sánchez se le valora como uno de los tres grandes héroes de la independencia y un mártir de la patria. Nació el 9 de marzo de 1817 en Santo Domingo. Fue involucrado en el movimiento independentista por Juan Pablo Duarte.
El 2 de agosto de 1843 se difundió la noticia de que Sánchez había muerto de una contagiosa enfermedad y su supuesto ataúd fue enterrado en el cementerio anexo a la Iglesia del Carmen, con lo que se logró detener su persecución. Sánchez fue un notable protagonista la noche del 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde, cuando proclamó la independencia e izó por primera vez la bandera dominicana.
En 1843, luego de que Duarte se exiliara para evitar ser apresado, Sánchez dirigió el movimiento y amplió los contactos con representantes de sectores importantes del Santo Domingo español.
Después de que fuera proclamada la separación, al ser integrada la Junta Gubernativa, con carácter provisional, Sánchez ocupó la presidencia, pero a las 24 horas cedió la posición al conservador Tomás Bobadilla. Esa primera junta encabezada por Sánchez estuvo integrada además por Manuel Jimenes, Joaquín Puello, Wenceslao de la Concha y Mella, a los que se sumaron Bobadilla, José María Caminero y Remigio del Castillo, conservadores.
Posteriormente, Pedro Santana, quien reemplazó a Bobadilla como jefe de la Junta Gubernativa, declaró traidores e infieles a la patria y desterró a Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y a otros revolucionarios.
Con la amnistía dispuesta por el presidente Manuel Jimenes, Sánchez regresó al país el 8 de noviembre del 1848, y en la siguiente década desempeñó cargos públicos. En 1861 Sánchez entró a la República Dominicana por Haití, para luchar contra la anexión a España. Fue herido y apresado junto a sus compañeros en El Cercado y llevado a San Juan de la Maguana, donde el grupo fue condenado a muerte.
El 4 de julio de 1861, a las cuatro de la tarde, fue ejecutado.
En su libro “El mito de los padres de la patria”, Juan Isidro Jimenes Grullón sostiene que la decisión de una triada respondió a una medida política de Ulises Heureaux para, primero, zanjar las diatribas entre sanchistas y duartistas y, segundo, erradicar las propuestas de que Pedro Santana fuera erigido como padre de la Patria. Así, el Congreso emitió la resolución 3392 el 11 de abril de 1894 donde indica que “Mella, Duarte y Sánchez merecen, por virtud de la principal participación que tuvieron en la propaganda y realización de la idea redentora, pasar a la posteridad, conservando en ella la personificación del ideal patriótico”.
Mella: El valiente y decidido
Nacido en Santo Domingo, el 25 de febrero de 1816, Matías Ramón Mella y Castillo, militar y revolucionario, descolló como un hombre fundamental en los momentos determinantes de las refriegas independentistas.
Aunque no formó parte del grupo de los fundadores de la sociedad secreta La Trinitaria, se convirtió en uno de los más destacados colaboradores de Juan Pablo Duarte.
El patriota desempeñó un papel fundamental la noche del 27 de Febrero de 1844, cuando hizo el disparo que anunciaba el nacimiento de la República, señal convenida de antemano por los patriotas. Entonces tenía 28 años.
Previamente, firmó el manifiesto del 16 de enero de 1844, llamado también acta de separación.
En la etapa previa a la declaración de independencia, Juan Pablo Duarte le hizo importantes encomiendas a Mella, quien viajó a Les Cayes, Haití, para hacer una alianza entre los trinitarios y los reformistas haitianos, que buscaban derrocar al presidente Jean Pierre Boyer, finalmente depuesto en marzo de 1843.
Mientras laboraba a favor de la independencia, Mella fue hecho prisionero en Cotuí por el general Charles Rivière-Hérard y puesto en libertad a finales del 1843. Luego de la proclamación de la independencia, organizó la región cibaeña para oponerse a los posibles ataques haitianos y partió hacia el sur para incorporarse a los combatientes.
Después de que los haitianos se retiraron, proclamó a Duarte presidente de la República, para evitar que ocupara el poder alguno de los llamados afrancesados, partidarios del colonialismo, por lo cual fue expatriado por Pedro Santana hacia Europa. Luego se estableció en Puerto Rico y no volvió al país hasta 1848.
A su regreso, se sumó a las luchas entre las facciones conservadoras y respaldó a Santana, con el que rompió relaciones posteriormente, entre otras razones, debido al interés del caudillo de que se produjera la anexión a España. El nacionalismo del prócer se reafirmó cuando apoyó a los restauradores en 1861. Murió en Santiago, el 4 de junio de 1864, en plena guerra restauradora. Era vicepresidente de la República en armas y ministro de la Guerra.
No hay discusión en el papel heroico que asumieron Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella en el proceso de lucha independentista junto a Juan Pablo Duarte. Sin embargo, ya lograda la meta de la separación de Haití, ambos tomaron decisiones controvertidas frente a los ideales duartianos. Sobre Sánchez se señala que tan temprano como el 8 de marzo de 1844 firmó junto con los demás miembros de la Junta Central Gubernativa, encabezada por Tomás Bobadilla, una petición de protectorado al gobierno de Francia, con el fin de tener su apoyo para combatir a los haitianos, y a cambio se le ofreció, a perpetuidad, la península de Samaná. También fue criticado por ser fiscal en el juicio contra Antonio Duvergé y adherirse a la administración de Pedro Santana, contra quien se rebeló cuando éste anexó el país a España, en 1861, por cuya causa fue fusilado. En cuanto a Mella, fue cercano a Santana en varios periodos, llegando a ser su secretario en 1849 y enviado en 1853 a presentar una propuesta de protectorado o reconocimiento de la independencia ante España. En el transcurso de esta misión rebatió la posición del gobierno de Santana y decidió sumarse a la Guerra Restauradora tras la anexión.