Lanchas que chocaron en Bayahíbe salieron sin autorización

La comandancia general de la Armada Dominicana informó este jueves que dispuso una exhaustiva investigación en torno a la colisión de dos embarcaciones en el distrito municipal Bayahibe, provincia La Altagracia, en la que una persona murió y otras siete resultaron lesionadas.

La investigación, ordenada por el comandante general de la institución, vicealmirante Francisco Antonio Sosa Castillo, tiene la misión de rendir un informe del caso “a la mayor brevedad posible”.

Informes preliminares dan cuenta de que los capitanes de las embarcaciones salieron desde el Puerto de Bayahíbe rumbo a la Isla Saona sin contar previamente con el permiso de la comandancia de Puerto.

La institución consideró como una falta de responsabilidad de los dos capitanes de las dos embarcaciones que colisionaron que se alzaron al mar sin contar previamente con el permiso-despacho, que otorga la Armada Dominicana a través de la capitanía de puertos.

“Nosotros somos muy rigurosos con eso, precisamente con el propósito de evitar cualquier situación calamitosa como la ocurrida lamentablemente en Bayahíbe», expresa la comandancia general de la Armada en un comunicado de prensa.

Colisión de dos embarcaciones

Las embarcaciones envueltas en la colisión son el catamarán D´ Sander, matrícula número BT-D294-4857 SPM, y una tipo lancha de nombre Pelican -1, matrícula BP-p13-447, de la Compañía Palmera Turística Saona, capitaneadas por Víctor Ramón de la Cruz y Rafael Antonio Burgos.

En el choque de las dos embarcaciones falleció el turista argentino, Juan Carlos Miguel, quien se estaba hospedado en un hotel de La Romana, mientras que las personas que resultaron lesionadas fueron llevadas a diversos centros asistenciales de la zona.

Tras lamentar el hecho, la comandancia general de la Armada dijo que los dos capitanes de las embarcaciones fueron entregados bajo certificación a los agentes de la Dicrim en la zona de Bayahíbe para los fines correspondientes.

Indica que la institución tiene como norma someter primero a rígidos y exigentes entrenamientos a los capitanes de embarcaciones privadas, antes de emitir licencias para tales fines, sobre todo del comportamiento que deben observar cuando están navegando, transportando personas.