Llaman a no ignorar síntomas de cáncer gastrointestinal

En los últimos años, las estadísticas mundiales sobre los diagnósticos de cáncer de hígado, páncreas, estómago y colorrectal van en aumento, siendo este último, el tercer cáncer más diagnosticado en todo el planeta con 1,880,725 pacientes solo en el año 2020. 

Diario Libre conversó con Katherine Poruk, cirujana oncóloga hepatobiliar y de páncreas, quien explicó que, aunque, normalmente, los pacientes suelen tener por encima de los 50 años, cada vez es más frecuente ver a personas en sus 30 o 40 años con cáncer, especialmente el cáncer colorrectal.

“Esto es un problema real dentro de la comunidad oncológica”, expresó la galena, quien estuvo participando recientemente en el IV congresoVisión 360 grados en el abordaje del Paciente Oncológico”, organizado por la Sociedad Dominicana de Cirugía Oncológica en Uvero Alto, La Altagracia.

Poruk, quien reside en Florida, Estados Unidos, destacó que es muy importante que toda persona asista a un chequeo médico al menos una vez al año y que se realice una colonoscopía al cumplir los 45 años, siempre y cuando sea una persona saludable. A aquellos que presentan historial de cáncer colorrectal dentro de la familia se les adelanta el estudio.

“Hay que estar al pendiente de cualquier síntoma anormal porque mientras más temprano se detecte la lesión, mayor probabilidad de sobrevida y tratamiento. Hay pacientes que llegan a consulta padeciendo un dolor por muchísimo tiempo y no se explica porqué no buscaron asistencia oportuna”, comentó la especialista.

Entre los síntomas que la doctora mencionó se encuentran: comportamiento anormal en el movimiento intestinal alternando diarrea con estreñimiento, sangrado, inflamación, sensación de saciedad con mucha rapidez o color amarillento en los ojos, que podría ser un indicativo de extensión del tumor al hígado.

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Infografía
La oncóloga Katherine Poruk. (FUENTE EXTERNA)

“Muchas veces, los pacientes no manifiestan síntomas hasta que están en un estado avanzado, ya sea que el tumor alcanzó un gran tamaño o que se haya esparcido. De ahí la importancia de realizar una colonoscopia como parte de los chequeos preventivos para detectar cualquier lesión antes de que siga avanzando”, agregó.

Hábitos dañinos

Poruk fue muy enfática en destacar lo dañino que puede ser el cigarrillo para los órganos internos, aumentando considerablemente los riesgos de cáncer gastrointestinal.

Otro factor altamente perjudicial es el consumo de alcohol, que puede producir cirrosis hepática y esta, convertirse a su vez, en un carcinoma.

“El cáncer de hígado suele producirse por un carcinoma que se inicia en el hígado o una serie de tumores que se esparcen, por ejemplo, pasando del colon al hígado luego de un proceso de metástasis”, indicó.

«Una buena dieta podría reducir el riesgo de cáncer de hígado y colon. Animamos a los pacientes a que coman saludable y eliminen el alcohol y cigarrillo de sus vidas”, insistió.

La doctora aclara que esta no es una ley universal e infalible, pero en la mayoría de los casos aplica.

Veo muchos pacientes que nunca beben, nunca fuman y como quiera desarrollan estos tumores. Son muchos los factores que pueden influir”, dijo Poruk.

Tratamiento

Sobre los tratamientos, la oncóloga aseguró que cada tratamiento es individualizado dependiendo del tipo de cáncer, la locación y la etapa en que se encuentre el tumor, trabajando siempre con un equipo multidiscliplinario, generalmente compuesto por cirujanos, oncólogos y radiólogos.

Poruk sostuvo que solo del 5 al 10 % de los cánceres son genéticos.

Para un paciente entrar en remisión y ser declarado libre de cáncer, luego del proceso de radioterapia o quimioterapia, pasa por cirugía, se le hacen marcadores, imágenes y análisis de sangre para ver que el tumor no esté en otros lugares de su cuerpo.

Luego, empieza a reducirse la frecuencia con la que se practican todos estos exámenes, pasando de cada dos o tres meses, a 6 meses y al año. Si al cumplir este proceso, las analíticas demuestran que todos los valores se mantienen dentro de lo esperado, entonces, “podemos decir que ese paciente está en remisión”, concluyó la oncóloga.