Día de los Fieles Difuntos: Visitas a tumbas en cementerios
«Nos volveremos a ver en el paraíso», estribillo de la salsa «Amigo», del fenecido salsero boricua Tito Rojas, se tornó en la melodía elegida en algunos cementerios del Gran Santo Domingo hoy, 2 de noviembre, que se conmemora el Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos.
Desde tempranas horas de este jueves, cientos de personas llegaron a pie, en motocicletas, automóviles u otros tipos de vehículos, para visitar la última morada de sus seres queridos. Con flores y velones en mano, con sus mochilas o bultos a cuestas, galones de agua, cubetas, escobas, suapers, pinturas, rolos, brochas y detergentes, solos o acompañados, los dominicanos llegaron para acondicionar las tumbas de sus parientes o amigos.
Muchos de ellos dijeron que les da paz poder visitar el cementerio y sentarse a «conversar» con esos seres queridos, a la vez que confirman que descansan en un lugar digno.
«Siento una satisfacción de saber que los restos de nuestros seres queridos están ahí y podemos rendirles homenaje, porque fíjese ahora con esta guerra del Oriente, miles de personas han muerto y muchas veces los entierran en fosas comunes y sus familias no saben ni siquiera dónde llevarles una flor», manifestó Palermo Federico de León, quien acudió al Cementerio Cristo Redentor a visitar las tumbas de varios parientes.
Algunos de los visitantes a los cementerios lamentaron que las tradiciones se han ido perdiendo con el paso del tiempo y ven que cada año son menos las personas que acuden a los campos santos un día como hoy para recordar a sus familiares.
«Los valores se han perdido, esto era un lleno, en años anteriores la gente no cabía y esto está vacío. La gente les da más importancia a celebraciones que ni siquiera son de este país, como el Halloween», criticó el señor Ernesto González, quien acudió al Cementerio de Cristo Rey a visitar la tumba de su hermana.
Deficiencias en el Cementerio de Cristo Rey
Muchas de las personas que acudieron este día al Cementerio de Cristo Rey se quejaron porque «ni los muertos se salvan de la delincuencia». Sus tumbas han sido objeto de robo y aseguran que «los viciosos» usan el campo santo para consumir sustancias prohibidas.
Un señor que pidió reservar su nombre por ser empleado del público, reveló que, para poder ir a ese cementerio, se hizo acompañar de un amigo por miedo a la delincuencia. «Solo no me meto para allá atrás porque es un atraco total. Le robaron todas las varillas a la tumba de mi hermana y las autoridades del cementerio no hacen absolutamente nada», denunció.
Igualmente, la señora Rosadina Mercedes Luzón, se quejó porque los delincuentes se han dedicado a romper los panteones y robarse las puertas.
«Los piperos vienen y se roban las varillas y rompen el panteón para que uno tenga que pagarles de nuevo para hacerlo y, aunque uno se queje en la oficina, ellos no están en eso, están en otra cosa», se quejó Mercedes Luzón.
Una mujer denunció que le dejaron el panteón sin puerta y le rompieron un cuadro que adornaba la morada de su hijo, que fue ultimado el pasado año. Criticaron que los agentes de seguridad solo permanezcan en las periferias del cementerio, mientras que dentro los visitantes están expuestos a la delincuencia.
Seguridad y limpieza
A diferencia de otros días, los cementerios del Gran Santo Domingo lucían seguros, con patrullas de la Unidad Militar Ciudad Tranquila (Ciutran) resguardando esos lugares, que lucían muy concurridos.
Decenas de obreros se veían limpiando las calles de los campos santos y los alrededores de las tumbas. Otros, cobraban por acondicionarlas. En el caso de Cristo Rey, el asfalto de las calles principales del cementerio lucía recién hecho.
Mientras tanto, las quejas de los vendedores de los alrededores de los cementerios eran generalizadas: «las ventas están lentas», por ser un día laborable, por lo que abrigaban la esperanza de que el próximo fin de semana se dinamice.