Espionaje en Cuba: Victor Rocha, Ana Montes y la Red Avispa
El arresto de Víctor Manuel Rocha en Miami, Estados Unidos, un ex diplomático estadounidense acusado de espionaje para favorecer el gobierno cubano, trae a la conversación nuevamente los casos de conocidos espías que en los años 90 se dedicaron a esta tarea.
El hecho de que Rocha haya permanecido 40 años trabajando encubierto, presuntamente pasando información confidencial e importante de EE.UU a Cuba, lo calificó como el espía “más dañino” sobrepasando incluso al grupo denominado Red Avispa, y “La Reina de Cuba”, Ana Belén Montes, quien por 17 años fue agente doble que le proporcionaba secretos estadounidenses al gobierno cubano.
Para dar a entender el contexto de este caso de espionaje, es preciso hablar sobre los más emblemáticos, entre ellos la Red Avispa, Ana Belén Montes, Juan Pablo Roque y la pareja de esposos Walter Kendall Myers y Gwendolyn Myers.
Red Avispa
La Red Avispa era una red de espionaje cubano que se hizo conocida en la década de los 90, luego de que fueran descubiertos por los Estados Unidos. Este conjunto de agentes se dedicaba a infiltrarse en organismos militares y gubernamentales de EEUU y en agrupaciones de exiliados cubanos que estaban en contra del gobierno de Fidel Castro, presidente de la época.
Esta red, que operó durante siete años en Florida y Carolina del Sur, es descrita en trabajos periodísticos e investigaciones federales como un anillo de espionaje, compuesto por aproximadamente 27 cubanos que se trasladaron a estos estados para realizar trabajos de espionaje a favor de Castro.
Aunque el grupo era amplio, al momento de la captura de sus integrantes, en septiembre de 1998, solo fueron condenado cinco, quienes eran considerados por Cuba como héroes que lucharon contra el terrorismo para proteger su país.
Entre ellos estaban Gerardo Hernández, un excombatiente considerado “el jefe” del anillo. Además de Fernando González, René González, Antonio Guerrero, y Ramón Labañino. En conjunto fueron nombrados como “Los cinco”.
Estos “héroes” fueron sentenciados desde 15 años de prisión hasta cadenas perpetuas por el gobierno estadounidense. Los demás lograron escapar o colaboraron con la justicia de EEUU.
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Años después fueron liberados, como una forma de que los gobiernos cubanos y estadounidense “limaran asperezas”. En octubre de 2011 fue puesto en libertad René González y en febrero de 2014 Fernando González, mientras que los demás fueron intercambiandos entre ambos países,. El mandatario estadounidense de ese entonces, Barack Obama, los envió a Cuba para recibir a cambio a Alan Gross, un contratista de EEUU que se encontraba arrestado en Cuba.
Película basada en los espías
La película que lleva el mismo nombre: “Red Avispa”, fue escrita por el guionista Francés Olivier Assayas, la cual se estrenó en 2019, pero llegó a Netflix en el 2020, como un filme que retrata la historia de este grupo de espías cubanos que se infiltraron en organismos militares estadounidenses y grupos de exiliados cubanos ‘aticastristas’.
La cinta generó mucho revuelo, ya que, según las críticas, retrata a estas organizaciones que estaban en contra de Castro, como “terroristas y narcotraficantes”, debido a que está basada en el libro del escritor brasileño Fernando Morais, el cuál plasmó la perspectiva solo del gobierno cubano.
La espía más famosa de cuba
Ana Belén Montes, conocida popularmente como “La Reina de Cuba” por sus servicios de espionaje a favor de este país durante la década de los 90, obtuvo su libertad a principios de este año, tras una condena de 25 años de prisión en Estados Unidos.
Montes ante los ojos del mundo era una analista de asuntos políticos y militares de Cuba en la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés), sin embargo, su rol iba más allá. Se encargaba de espiar las operaciones estadounidenses para pasarle información a Casto, debido a que en ese entonces Cuba y EEUU apoyaban bandos diferentes en la guerra fría.
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De acuerdo con unas investigaciones realizadas sobre ella, sus servicios a favor de la isla lograron que fueran descubiertos agentes estadounidenses radicados en Cuba y su trabajo favoreció mucho a ese país, a pesar de no ser cubana.
Esta mujer de nacionalidad puertorriqueña, fue descubierta y encarcelada años después de desmantelada la Red Avispa, en septiembre de 2001 y días después del atentado en las Torres Gemelas.
Un espía cubano “impopular”
Juan Pablo Roque, es uno de los espías más impopulares de Cuba, por la forma en la que se insertó a los organismos ‘anticastristas’. Era piloto de la Fuerza Armada cubana y en marzo de 1992 “desertó”. Huyó nadando de Cuba hasta la base estadounidense de Guantánamo y contó su hazaña.
Poco tiempo después recibe su residencia en Estados Unidos y se integra al grupo de exiliados que está en contra de Castro, para, junto a ellos, ayudar a los demás exiliados anticastristas y llamar a la sublevación contra el gobierno de la época.
Pero su misión real era mantener al tanto a de Fidel Castro sobre las operaciones de esta organización, razón por lo que fue repudiado y considerado como “traidor”.
Logro volver a Cuba luego del derrumbe de las avionetas de los anticastrista, hecho que se le atribuyó a la Red Avispa, por lo que se libró de las condenas.
Walter Kendall Myers y Gwendolyn Myers
Walter Kendall Myers y Gwendolyn Myers, una pareja de esposos estadounidenses que, al igual que los anteriormente nombrados, pusieron sus servicios de espionaje a favor de Cuba durante décadas.
Él era profesor en el Instituto de Servicio Diplomático del Departamento de Estado y analista de información de inteligencia, ella trabaja en un banco y lo apoyaba a pasar información de forma discreta a los cubanos, intercambiando carritos de compras en el supermercado.
A pesar de que Walter se había retirado en 2007, posterior a esa fecha seguía brindando información confidencial al gobierno cubano, según informó el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en ingles). La pareja fue arrestada en julio de 2009. Walter era conocido con el nombre clave de “agente 202” y su esposa con el de “agente 123”.