Alcaldía busca resolver charco en Fuerte San Diego
La Alcaldía del Distrito Nacional, a través del Departamento de Obras Comunitarias, interviene los charcos que se forman a ambos lados del fuerte San Diego y, aunque succionó parte del líquido, se mantienen los pozos.
Brigadas recogieron parte de los escombros lanzados al lugar o arrastrados por las aguas, como botellas plásticas, platos, vasos foam, pencas de palma y otros desperdicios que se desprenden de las seis palmeras que existen en el lugar.
Ayer miércoles un camión succionador sacó parte del agua acumulada, pero el charco siguió aumentando debido a que recibe el líquido de una correntía desde la Ciudad Colonial. Aunque se habla de que es agua pluvial, hace días que no llueve y constantemente baja una gran cantidad de líquido pestilente.
Pese a que históricamente en el lugar se ha acumulado agua cuando llueve, debido a que es una hondonada, últimamente el cúmulo es mayor y se sospecha que no tiene por donde correr, pero se requiere de un trabajo técnico minucioso para determinar lo que pasa.
El agua no tiene salida al río Ozama como antes, por lo que se supone que hay alguna alcantarilla tapada. Los líquidos corren por debajo de la muralla que protege el área del Alcázar y por los lados del fuerte San Diego brota a borbotones.
En ambos lados de los charcos una lama cubre parte del agua verde que cada vez más se acumula en la bifurcación de la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Parte del agua ya brota por la entrada del Alcázar desde la avenida Caamaño Deñó, por lo que muchos turistas se ven obligados a brincar las pestilentes aguas.