Al menos una persona murió este miércoles durante un ataque a una comisaría en Haití, donde numerosas ciudades amanecieron en medio de violentas protestas para exigir la salida del primer ministro, Ariel Henry, que debería abandonar el poder este 7 de febrero.
Según fuentes locales, en Ouanaminthe, localidad fronteriza con República Dominicana en el noreste de Haití, el ataque contra una comisaría de Policía dejó, además, varios heridos.
Esta víctima mortal eleva a por lo menos dos los fallecidos durante las violentas protestas esta semana, aunque la inestabilidad del país impide acceder a fuentes sobre el terreno, por lo que se cree que la cifra de muertos podría ser mucho mayor.
En Gonaives, en el departamento occidental de Artibonite, se han escuchado disparos fuertes y esporádicos, lo que ha generado un clima de tensión.
En la ciudad meridional de Les Cayes, donde el lunes se reportó el otro fallecido, la población está reforzando las barricadas y planea salir hoy a la calle, mientras que en Miragoane, en la región suroccidental de Nippes, la situación también es tensa.
Este 7 de febrero se prevén numerosas protestas tanto en Puerto Príncipe como en muchas ciudades de provincias para demandar que Henry salga del poder, algunas de las manifestaciones ya han comenzado, como en Jacmel (suroeste del país), donde cientos de personas recorren las calles.
En el área metropolitana de la capital, hasta el momento reina una tensa calma, aunque las actividades están paralizadas: las escuelas no funcionan, numerosos establecimientos públicos y privados mantienen sus puertas cerradas y los transportes públicos circulan a ritmo lento.
También la Embajada de Francia en Haití ha informado que sus servicios consulares permanecerán cerrados al público este miércoles y que las citas previstas para hoy se reprogramarán para una fecha que se anunciará más adelante.
Según un acuerdo firmado en diciembre de 2022 con representantes de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y miembros del sector privado bajo los auspicios de la comunidad internacional, Henry debería abandonar el poder hoy, después de que en los 30 meses que ha ejercido como máxima autoridad tras el asesinato del presidente Jovenel Moise no haya habido resultados positivos, la crisis se haya agudizado y la violencia haya llegado a límites insostenibles.