Los dominicanos que hicieron «la vuelta por México»

Fue a mediados del 2022, cuando “la vuelta por México” comenzó a popularizarse en la República Dominicana como frase y hecho real. Prospectos del béisbol, jóvenes, madres y padres de familia; peluqueros, albañiles, y estudiantes universitarios tomaban sus pertenencias más preciadas y dejaban atrás un mundo conocido para embarcarse en un viaje que incluía confiar sus vidas a los “coyotes”, carteles de la mafia y del crimen organizado, como guías hacia su destino final.

Muchos fracasaron en llegar hasta el muro de metal donde termina México y comienza el “sueño americano”. Y mientras algunos aguardaban en albergues y casas de campaña la entrevista con un oficial de migración, en el país, los familiares esperaban los cadáveres de seres queridos para quienes la vuelta no funcionó.

Para diciembre de 2023 las autoridades estadounidenses realizaron 520,000 detenciones entre los puertos de entrada de la frontera con México.

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Infografía

Los contactos para “la vuelta”

Quienes tuvieron “la suerte” de llegar y no ser deportados, continúan vendiendo el sueño a amigos y familiares y relacionándolos con quienes les ayudaron a hacer la vuelta. El contagio existe, como demuestran los entrevistados por Diario Libre. Algunos de ellos retornaron sin ser deportados; otros decidieron entrar ilegalmente por México, angustiados por el paradero de sus familiares que se les adelantaron en el camino.

Los entrevistados, María y Juan, aseguraron a Diario Libre que se enteraron de la famosa “vuelta por México“ por terceros que habían hecho el viaje y avisaban que se encontraban en Estados Unidos trabajando, e incluso, daban a conocer los contactos que los ayudaron.

Falsifican identidades para trabajar en NY

El 2 de diciembre de 2022, Juan salía de la República Dominicana hacia El Salvador en una travesía que lo llevaría por cuatro países de Centroamérica con el objetivo de llegar a Estados Unidos y trabajar para tener una mejor vida. Sin embargo, por el camino tendría que enfrentarse a los carteles mexicanos.

Juan, un seudónimo, salió en compañía de la mujer y la hija de un amigo, de El Salvador saltó a Honduras, después a Guatemala y, finalmente, a México.

Comunicándose con los traficantes de migrantes solo por mensajes de texto por WhatsApp, Juan inició un viaje arriesgado, en el que no había más garantías que la palabra de unos “coyotes“ innominados y sin rostros, operantes de una red multinacional que negocia con el sueño de los migrantes.

La vuelta en cifras

47,273
dominicanos

Entraron ilegalmente por la frontera con México hasta el 31 de diciembre de 2023.

3,863dominicanos

fueron deportados desde EE.UU. de enero a diciembre del 2023 por migración ilegal.

1,000dominicanos

retornaron voluntariamente a República Dominicana luego de hacer “la vuelta por México

42,410dominicanos

de la vuelta que permanecen de manera indocumentada en Estados Unidos.

“Yo nada más supe que me monté en el taxi”, expresó Juan al recordar el largo y arriesgado viaje que inició a la salida del aeropuerto de El Salvador.

El final de la ruta antes de llegar al otro lado era Mexicali

Juan se entregó el sábado 10 de diciembre a las autoridades estadounidenses, que lo llevaron a pernoctar en un campamento y luego a un centro de detención.

El 13 de diciembre de 2022 aterrizó en la Gran Manzana, con lo que puso fin a su recorrido de once días.

El dominicano sigue indocumentado en Nueva York. Trabaja en un restaurante de comida rápida por 16 dólares por hora, con nombre y seguro social falsos.

En sus planes figura regresar a la República Dominicana a mediados del 2025 y adquirir un vehículo con lo ahorrado en Nueva York.

Casi 50,000 dominicanos hicieron la “vuelta por México

Más que disminuir, la cantidad de dominicanos que toman la ruta por México aumentó significativamente en el 2023. Los datos suministrados por Greg Segas, cónsul de los Estados Unidos en la República Dominicana, dan cuenta de que a marzo del año pasado más de 25,000 dominicanos habían entrado ilegalmente a territorio estadounidense a través del cruce fronterizo con México.

Pero esta cifra se duplicó al finalizar el año. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), encontró 47,273 dominicanos a lo largo de la frontera suroeste entre el 1 de marzo de 2022 y el 31 de diciembre de 2023, según datos suministrados a Diario Libre por Jonathan Mardo, agregado del CBP en el país.

Esto significa que mensualmente, unos 3,151 dominicanos salían del país en vuelos a Colombia, El Salvador o Guatemala con el propósito de emigrar ilegalmente a los Estados Unidos

La situación ha alarmado a las autoridades estadounidenses, preocupadas por el alto número de quienes arriesgan sus vidas en la aventura migratoria. El mensaje no ha variado: “las fronteras de Estados Unidos no están abiertas para quienes no tienen una base legal para ingresar al país”.

De los 47,273 dominicanos que entraron por México, 3,863 fueron deportados y otro millar decidió retornar voluntariamente.

Su abuelo le dio el dinero para hacer “la vuelta

Dos días después de Juan (el 4 de diciembre), María y su madre salían con un grupo en un tour para conocer Colombia, pero el objetivo era Estados Unidos y reencontrarse con su hermano, que había cruzado la peligrosa selva del Darién. Se encontraba detenido por las autoridades migratorias en territorio estadounidense.

En el caso de María -también un seudónimo- y su madre, volaron de Colombia a El Salvador con otras tres personas y de allí pasaron a Guatemala y luego a México. El abuelo les costeó el viaje con el ahorro en un certificado de depósito.

María se entregó junto a su madre en un punto fronterizo entre la ciudad de Sonoyta, en el estado mexicano de Sonora, y Lukeville, en Arizona, el 23 de diciembre de 2023.

Tras salir del centro de detención, fue llevada en avión a Texas y alojada en un refugio. El Estado le compró un vuelo hasta Nueva York, donde reside desde entonces.

Más de un millón en Nueva York… sin contar los indocumentados

Los dominicanos, con dos millones y medio, representan la cuarta población latina más grande en los Estados Unidos, superados por los cubanos, salvadoreños y mexicanos.

Datos suministrados por la Dominican Center for Social Justice (DOCESJ-CENTER), aseguran que para el 2019, el 19.3 % (210,000) de los dominicanos residentes en los Estados Unidos carecían de estatus migratorio. Un millón vive en Nueva York, constituyendo el grupo étnico con más estudiantes matriculados en la universidad pública.

Los datos del censo norteamericano del 2019 destacan el crecimiento de la comunidad dominicana en las distintas áreas, con el 19 % en trabajos administrativos afines a las artes, los negocios y las ciencias.

El 32 % se ocupa en servicios; el 18 % a trabajos de ventas y oficina, el 8 %, en construcción, y el 23 % se dedica a trabajos de movimientos de materiales, producción y transporte.

Recuperaron su “inversión

Juan, el viaje completo hasta territorio estadounidense, le costó unos 2,000 dólares, mientras que a María y su mamá 10,000 dólares, precio que incluía una cuota de seguridad y el vuelo a Colombia. 

María, que ya lleva más de un año en Nueva York, aspira a legalizar su estatus migratorio. Actualmente genera ingresos semanales por 650 dólares.

Al ser cuestionados sobre si ha valido la pena el viaje, ambos dominicanos coinciden en que ha sido una buena decisión que les ha permitido no solo recuperar la inversión, sino de contar con un ingreso, aunque bajo mucho sacrificio. Son conscientes de que fueron afortunados en llegar a los Estados Unidos.

«Tú puedes darte un buen lujo, porque el dinero que ganas te lo permite, aunque sea bien sacrificado», dice María.

«Para serte sincero, a mí me fue excelentemente bien, pero no todos corremos con la misma suerte», dijo Juan, que advirtió sobre todos los problemas que enfrentan los inmigrantes que se aventuran a cruzar la selva de Darién y que lo hizo decidirse por una opción menos peligrosa en su afán de llegar a EE.UU. 

Una cadena regional 

María todavía habla con asombro sobre el alcance de la red de traficantes en todo el continente, asegurando que la comprensión solo llega cuando decides hacer la travesía.

“Yo vine con un contacto que tiene contactos en todos los países por los que se transita para venir hasta acá (EE.UU.)”, indicó María.

La dominicana explica que los pagos a su contacto eran realizados por sus familiares en la República Dominicana, según avanzaba en la travesía. Incluso, la persona responsable de acogerla en México recibía el dinero en una cuenta abierta en un banco dominicano.