¿Qué hacer en caso de asfixia por inmersión?

La asfixia por inmersión o ahogamiento se define como una situación que provoca problemas en la respiración al introducir un cuerpo en un medio líquido.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7 % de todas las muertes relacionadas con traumatismos.

Se calcula que en el mundo mueren cada año 236 mil personas por ahogamiento.

En estos días de asueto por Semana Santa, es habitual que vacacionistas se trasladen a playas, ríos y balnearios a disfrutar de las aguas.

Como medida preventiva, el Ministerio de Salud Pública publicó una guía con los pasos básicos de qué hacer en caso de que suceda un caso de asfixia.

La primera recomendación es mantener la calma y pedir ayuda.

La persona que aspiró o tragó el líquido debe ser sacado inmediatamente del agua.

Hay que ponerlo en una superficie plana y dura y no quitarle la ropa mojada, ya que la baja temperatura es favorable en estos casos.

El siguiente paso es observar si la persona está consciente y respira. Si es así, se pone de lado, en posición de recuperación, hasta que llegue el personal de los organismos de socorro.

En caso de que no respire, se inicia de inmediato con las maniobras de reanimación básica (RCP), hasta que llegue el equipo de rescate.

Más sobre el RCP

La reanimación cardiopulmonar puede mantener la circulación de la sangre oxigenada hacia el cerebro y otros órganos hasta que un tratamiento médico de emergencia pueda restablecer el ritmo cardíaco normal. Cuando el corazón se detiene, el cuerpo ya no recibe sangre oxigenada.

La falta de sangre oxigenada puede causar daño cerebral en solo unos minutos.

La Asociación Americana del Corazón recomienda que las personas sin capacitación o que no están seguras de poder hacer las respiraciones de rescate, solamente hagan RCP con las manos.

Esto significa hacer compresiones ininterrumpidas en el pecho, entre 100 y 120 por minuto, hasta que lleguen los paramédicos. No es necesario que intenten hacer respiración de rescate o boca a boca, como también se conoce.

Si la persona acompañante está capacitada y lista para actuar, debe comprobar si hay pulso y respiración. Si dentro de los 10 segundos no hay pulso ni respiración, debe hacer 30 compresiones en el pecho antes de hacer dos respiraciones de rescate.