Policía Nacional involucrada en incidente con fiscalizadora

La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, dispuso investigar un incidente que ocurrió entre una fiscalizadora y miembros de una patrulla de la Policía Nacional el pasado jueves en el municipio de Higüey, provincia de La Altagracia.

Tras el hecho, una denuncia fue interpuesta por la fiscal de La Romana, Carol Morla Rodríguez, en contra de seis miembros de la Policía Nacional.

Los implicados en el caso son el sargento mayor Miguel Ángel Familia, los sargentos Jiménez Reina y Sobeida González, los cabos Félix Pineida y Fortuoso Moni, y el raso Aybar Mercedes, de acuerdo con la denuncia, a la que Diario Libre tuvo acceso.

¿Qué ocurrió?

Según el documento, la situación ocurrió aproximadamente a las 11:10 de la noche del jueves 15 del presente mes, cuando la fiscal de La Romana, Carol Rodríguez, se trasladaba a bordo del vehículo asignado de la fiscalía: un Hyundai Y20, gris, sin placa visible.

La representante del Ministerio Público se encontraba parada en el semáforo de la calle, frente a la Basílica de Higüey, próximo a la esquina Libertad, y se dirigía a su residencia después del trabajo.

En la denuncia interpuesta por Rodríguez Morla, se narra que una patrulla de la Policía Nacional le hizo cambio de luces y por el parlante le indicó que se parara, por lo que se orilló. Los policías masculinos, que andaban en la parte de atrás de la patrulla tipo camioneta, portando armas de fuego (largas y cortas), la encañonaron, se asegura en el documento.

De acuerdo al relato, la fiscal procedió a vociferar: «¡Soy Ministerio Público!». Los policías respondieron de manera «agresiva e intimidante», diciendo que eso no le daba derecho a andar a esa hora en el vehículo sin placa. La fiscal explicó que venía de su trabajo, cansada, y que el vehículo no tenía placa porque era uno designado por la fiscalía. Los policías no obtemperaron y siguieron apuntándole con las armas de fuego, lo que le dio temor y se bajó del vehículo con su documentación en la mano para mostrarla al oficial que le estaba hablando.

Cuando hizo eso, el policía le dijo que eso no importaba, que estaba detenida, y le vociferaron improperios. El ambiente agresivo y la situación emocional la llevaron a decirles a los policías que no era la forma de abordarla y que se iba a dirigir al cuartel de la Policía, esperando recibir allí el trato adecuado. Rápidamente se montó en el vehículo y se dirigió al cuartel policial.

Mientras se dirigía al cuartel, los policías venían rápidamente detrás de ella, y al parquearse frente al cuartel, procedieron a desmontarse primero que ella, diciéndole que ella no tenía derecho a estar parada ahí, que estaba arrestada, que no le permitieran el paso y que le iban a poner las esposas.

La fiscal, continúa diciendo en su denuncia, corrió hasta donde está el oficial del día de turno, de apellido Mejía, le comentó que tenía una situación que le permitiera hablar con el superior y se identificó como fiscal. En ese momento, los demás policías se acercaron y dijeron a Mejía que ella estaba arrestada.

Según la fiscal, la respuesta de los policías fue que no importaba que ella fuera fiscal, «que no tenía derecho de hablar, que no importaba fuera fiscal, que estaba arrestada». El sargento mayor, Miguel Ángel Familia, quien estaba a cargo de la patrulla, le ordenó a la sargento Sobeida González que le pusiera las esposas.

La fiscal llamó a la magistrada fiscal Mercedes Santana, quien le dijo que le pusiera al oficial y este supuestamente no escuchó lo que le decía la magistrada y le cortó la llamada. Inmediatamente pidieron que le pusieran las esposas, les cuestionó que si estaban locos, se resistió y la esposaron entre cuatro policías, ejerciendo violencia.

Luego de ser arrestada, con las esposas puestas, la empujaron a un banco y le quitaron la llave del vehículo, lo registraron. La magistrada Santana llegó minutos después y encontró a la fiscal esposada y sentada en el banco; les preguntó qué estaba pasando y ellos no respondieron, solo dijeron que estaba arrestada.

La fiscal estuvo esposada y sentada en el banco hasta que llegó el subdirector del destacamento. No pudo precisar la hora, pues no tenía reloj ni teléfono. Llegó a su casa casi a la una de la madrugada.

La calificación jurídica profesional de la denuncia son los artículos 303, que tipifica la tortura y barbarie; 309, 309-1, sobre violencia contra la mujer y 341, que habla sobre detención ilegal, del Código Penal.

Lo que muestra el vídeo

Un video grabado por agentes de la Policía Nacional implicados en el caso muestra a la fiscal con una actitud agresiva. También se observa cuando le ordenan a la fiscalizadora mover el carro de la puerta del destacamento y esta ignora el pedido. La joven es esposada por varios agentes, quienes le quitan la llave del carro de manera violenta. Estos, grabando en todo momento como evidencia de lo que hacían, entran al vehículo y lo mueven.

La Procuradora General de la República, Miriam Germán Brito, dispuso una investigación del incidente en el que se vieron envueltos una fiscalizadora de Higüey y una patrulla de la Policía Nacional la noche del 15 de junio de 2023.

Germán Brito instruyó al Inspector General del Ministerio Público, Viterbo Cabral, y a la titular de la Procuraduría Regional de San Pedro de Macorís, Eudyce Fernández, para que hagan la investigación del incidente entre la fiscalizadora Carol Darisel Morla y los uniformados.

En las redes sociales, las reacciones de la mayoría son de indignación por la actitud de la fiscal, que con actitud prepotente ignoró los múltiples llamados de los agentes policiales para que primero se detuviera y luego moviera su vehículo de la entrada del cuartel policial.