Discriminación Positiva: impacto en estudiantes dominicanos

A finales del pasado mes de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que aceptar estudiantes en la universidad de Harvard, tomando en cuenta su raza era ilegal. Un tema complejo que ha generado debates y opiniones a favor y en contra, por la forma en que esta decisión pudiera afectar a estudiantes afroamericanos y latinos y sus posibilidades de ser admitidos en universidades de la Ivy League y otras cercanas a esta categoría entre las que se encuentran Yale, Brown, Princeton, Cornell, Columbia entre otras.

En palabras de Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY por sus siglas en inglés), el fin de la Discriminación Positiva representa una “desgracia para los estudiantes dominicanos en Estados Unidos”.

Para nosotros, para los dominicanos, es una crisis. O sea, es una desgracia. Es una desgracia porque si hay algo de lo que nosotros nos sentíamos orgullosos -pero que no sabíamos cómo explicar a qué se debía que tantos dominicanos estuviesen accediendo a los centros universitarios, cuando en realidad no les correspondía-, era de eso. O sea, no lograbámos explicar esa bonanza y ya nos la van a quitar”, explica Hernández.

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La catedrática tiene bajo su cargo la única biblioteca dominicana que existe en los Estados Unidos y el único centro que se dedica a investigar el desarrollo y el crecimiento de la comunidad dominicana en EE.UU., y cada año, cientos de estudiantes dominicanos que estudian en estas universidades prestigiosas, llegan a CUNY para realizar pasantías o investigaciones.

¿Por qué no les correspondía a los dominicanos en EE.UU. acceder a estas universidades?

“No le correspondía por esto: porque sus padres no habían ido o no habían terminado la escuela superior, y dos, porque no venían de hogares donde había un papá y una mamá, y tres, porque venían de los hogares más pobres. Esas tres variables que yo te digo que el estudiantado dominicano tiene, son barreras aquí para poder acceder a la academia, para poder acceder a la universidad” explica la catedrática.

Aseguró que los padres no se toman en cuenta al momento de hacer una admisión a la universidad, pero les afecta en términos acumulativos.

«Para nosotros, para los dominicanos, es una crisis. O sea, es una desgracia» Ramona Hernández Directora del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York

 

Hernández indica que estos datos están basados en los informes del censo de EE.UU.

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Ramona Hernández visitó la República Dominicana en Abril de este año. (DIARIO LIBRE/NEAL CRUZ)

“Sin embargo, en los últimos 25 años, los dominicanos nacidos aquí, en comparación con los puertorriqueños, mexicanos, cubanos y otros hispanos nacidos aquí, tenían acumulativamente la proporción de college (universidad) o más (otro grado como maestría o doctorado), más alta que todos los grupos de los que te acabo de hablar excepto los cubanos. Y, sin embargo, cuando los comparabas, veías que los dominicanos estaban ahí pisándole los talones. Que en algún momento les iban a pasar hasta los cubanos. Ahora, yo me pregunto si eso va a ser posible”, destaca Hernández.

Pero… ¿qué es la discriminación positiva?

La “Discriminación Positiva” o Affirmative Action en los Estados Unidos, son un grupo de leyes y medidas a nivel estatal y federal, cuyos orígenes se remontan a la posguerra civil, y que nacieron más recientemente a partir de la orden ejecutiva 10925 de 1961, cuyo objetivo era otorgar una consideración especial a las minorías raciales o de género históricamente excluidas, para así garantizar un mayor acceso a ciertas actividades como educación o empleo.

Affirmative Action, es una política que existe desde la década de los años 60, que buscaba darle la oportunidad o igualar las diferencias entre los grupos raciales, y crear un cierto tipo de balance en los centros académicos de educación superior, al permitirle a las universidades, tanto públicas como privadas, utilizar la categoría racial como uno de los factores a considerar, además de otros factores, como las calificaciones académicas, para permitirle a una persona ser admitida en una universidad.

«En su esencia, el affirmative action nace con un fin noble, que es combatir el racismo sistémico que se había solidificado en los Estados Unidos mediante las leyes Jim Crow a finales del siglo 19 y principios del 20» Alexis Colón Abogado dominicano, facultado en la República Dominicana y Estados Unidos

Lo que desencadenó el fallo de la Corte Suprema el 29 de junio de este año, fue la coalición Students for Fair Admission o Estudiantes para las Admisiones Justas.

Este grupo, liderado por Edward Blum, está compuesto por más de 22 mil estudiantes que se oponen a las políticas de admisión donde se tome en cuenta la raza, asegurando que la norma “viola la cláusula de Igual Protección de la Enmienda 14 y el Título VI de la ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación racial en cualquier lugar que reciba fondos federales, como las universidades privadas”.

Pero en el año 2014, este grupo presentó una demanda contra las universidades de Harvard y Carolina del Norte, en la cual alegaban discriminación racial ilegal a los solicitantes de origen asiático en el proceso de admisión universitario.

Una publicación del New York Times asegura que los demandantes dijeron que los solicitantes asiático-estadounidenses de alto rendimiento perdieron ante estudiantes menos calificados académicamente, y que, en el caso de Harvard, a los estadounidenses de origen asiático se les asignó una calificación personal.

Para el abogado dominicano Alexis Colón, facultado en la República Dominicana y Estados Unidos, es injusto beneficiar a un grupo mientras se afecta a otro.

“Es digno reconocer que si bien en los dos últimos fallos esta corte de mayoría conservadora ha declarado que el Affirmative Action basado en la raza es inconstitucional, también es preciso reconocer que en las últimas veces que este fue sometido a examen por la corte, su resultado iba alineado a la idea de que la diversidad persigue un interés apremiante, pero sujetar este resultado exclusivamente a la identidad racial no es compatible con el ideal de igualdad de todos ante la ley, máxime cuando en procurar el beneficio de un grupo, se afectan los intereses de otros”, dijo Colón a Diario Libre.

Los egresados dominicanos de la Ivy League

Siguiendo con el tema de cómo afecta esta decisión de la Corte Suprema a los dominicanos, Ramona Hernández indicó que este fallo cerrará puertas y pudiera debilitar el liderazgo dominicano en los puestos de poder en Estados Unidos.

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Alexis Colón, abogado facultado en la República Dominicana y Estados Unidos (FUENTE EXTERNA)

“La mayoría de los jueces que tenemos dominicanos son de esas universidades. Entonces, son esas universidades las que les abren paso a ellos a esos puestos importantes en Estados Unidos. Mira de dónde salen todos los presidentes, y si no son ellos, son las mujeres de ellos también. Hay una serie de escuelas que son las que producen a toda esa gente. O sea, que los chances de nosotros se reducen. Cuando la ley existía, si no tenían ese tipo de diversidad, les retiraban los fondos del gobierno federal que ellos recibían para hacer investigaciones”, manifestó la catedrática.

“Una ley para evitar la discrimación, pero que es discriminatoria en sí misma”

No todos piensan que la Discriminación Positiva era la solución salomónica para incrementar la diversidad en las universidades de Estados Unidos y así lo indica Rafael Núñez-Cedeño, catedrático y presidente del Comité para Asuntos Latinos del rector de la Universidad de Illinois en Chicago, de Artes Liberales y Ciencias, quien trabaja en dicha alta casa de estudios desde el año 1986.

“Eso estaba escrito ya en las paredes, se veía venir, porque realmente aquí de lo que estamos hablando es de un equívoco que iba a rectificar otro equívoco. Cuando digo que un equívoco estaba creando otro equívoco, es porque con eso, se estaba también dejando fuera del concurso a los asiáticos, que también son una minoría”, indicó el catedrático.

Aseguró que nueve estados de Estados Unidos nunca implementaron la afirmación positiva en el proceso de selección de sus universidades. Asegura que ya para los años 90, la Universidad de Illinois y él, como asesor del rector de la universidad, comenzaron a buscar la manera de poder dar acceso a estudiantes provenientes de cualquier tipo de minorías, incluyendo a los asiáticos.

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El Dr. Rafael Núñez visitió las instalaciones de Diario Libre en junio de 2022. (DIARIO LIBRE/NELSON PULIDO.)

“Lo que habíamos recomendado al rector en ese entonces era que debía de hacerse algo mucho más integral, un enfoque holístico, de cómo reclutar buenos estudiantes en nuestra comunidad sin tener que aludir necesariamente al grupo étnico o a color de piel. ¿Y cómo identificarlos? Bueno, a través de otros factores. ¿Cuáles factores eran esos? Factores económicos, usualmente no tienen alta rentabilidad, no tienen buenos ingresos económicos, son de familias pobres. También identificarlos a través de los ensayos que escribían, toda una serie de variantes que uno miraba de una manera íntegra, total, holística, del estudiante para aceptarlo en la universidad”, explicó Núñez a Diario Libre.

Dicho mecanismo le permitió a la universidad aumentar su diversidad estudiantil de un 3 % a un 26 %, sin necesidad de aludir a la raza.

¿Qué recomienda a los estudiantes?

El catedrático dominicano recomienda buscar un buen asesor, que les ayude a prepararse en el proceso de admisión.

“Identificar de acuerdo a sus intereses y su perfil académico la universidad a la que quieran ir. Eso, sobre todo. Y sobre todo no amilanarse por el nombre de la universidad ni pensar que no hay posibilidades de ser aceptado porque se ha eliminado ese programa. Todo lo contrario, pensar que puede ingresar y solicitar y asesorarse para escribir un buen ensayo que refleje su experiencia vivencial como minoría y que la destaque allí”, expresó.

Indica que otro mecanismo es aludir a su desarrollo desde que era pequeño o desde la inmigración de sus padres hasta hoy día y poder verter en ese ensayo esa experiencia de manera que le dé una ventaja al momento de solicitar.

“Porque, ojo, hay que tener cuidado. Tú puedes ser una minoría, tú puedes ser latino, pero hay miles de latinos igual que tú que están solicitando exactamente igual que tú. Y las universidades quieren, por supuesto, escoger de todos estos latinos los mejores. Entonces eso es lo que ellos van a hacer. Entonces para eso tú tienes que prepararte. ¿Y cómo te preparas? Bueno, si eres un buen estudiante, equiparte a un buen asesor en la escuela secundaria”, indicó Núñez.

“Vamos a seguir y vamos a poder mantener y aumentar la presencia latina y negra en nuestras universidades, sin tener que fijarnos si es negro, si es marrón, si es amarillo, como lo dicen a los asiáticos, etc. Es decir, sin tener que fijarnos en el color de la piel. Y, de hecho, vamos entonces a buscarnos, a crear una diversidad”, concluyó.

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