Atrapado intentando cruzar la frontera con saco de salchicha
Lino Pierre Darisma fue atrapado por los guardias dominicanos antes de que pudiera cruzar a pie el río Masacre cargado con un saco de salchichas para su negocio en Haití. De rodillas, el ciudadano haitiano pedía «un chance» a los militares que tenían en el saco su único capital, equivalente a 20 mil pesos.
Junto a las salchichas llevaba los palitos de madera y el kétchup para preparar pinchos a la parrilla, los cuales vende por 50 gourdes en su país, (menos de 25 pesos dominicanos).
El hombre suplicó una oportunidad al equipo de prensa de Diario Libre, quizás confundiéndolos con autoridades. Comunicándose con un buen español, decía que tenía tres hijos que mantener y que había optado por el cruce ilegal para que no le incautaran el embutido las autoridades haitianas.
Se quejaba de que en su país «los grandes trabajaban con los de ellos», pero él se vale por sí mismo.
«Simplemente, yo tenía veinte mil pesos en la casa… agarré y vine a comprar estas salchichas para cruzarlas de aquel lado para venderlas asadas», relató
Los militares aseguraron que los productos serían entregados al Ejército para que disponga de ellos, según los protocolos.
También le reprendían por entrar a un área que tienen restringida para el tránsito. A pocos metros se encontraba el canal que construyen los haitianos y que ha generado una crisis entre los dos países. Al otro lado, el canal que levantan los dominicanos.
Pero muchos de sus compatriotas pasan por el punto fronterizo en Dajabón cientos de macutos llevando mercancías sin ningún problema. La diferencia es el tipo de producto.
Las salchichas y el salami están entre los artículos que las autoridades haitianas incautan a quienes entran a su territorio, junto a carne de pollo y res, huevos, arenques y otros.
Paso de mercancías desde Dajabón
En el paso fronterizo de Dajabón hay una salida intensa de mercancías todo el día, aunque no se compara con el dinamismo habitual del mercado. Las personas las cargan en sacos y bultos y salen libremente por la puerta en el lado dominicano.
Como no pueden ingresar en vehículos, entran en juego los paté, personas que cobran entre RD$300 y RD$1,500 por llevar al hombro la carga.
Ellos salen sin problema del territorio dominicano, y dicen conocer muy bien los puntos por «el monte», en la frontera, para volver a dar otro viaje. A eso se dedican todo el día.
El grupo de patés se ofrece en manada a los que llegan en motocicletas con maletas para cargar. Los pasajeros se desmontan y acomodan los productos que traen.
Algunas mujeres los guardan en sus carteras y cubren para disimular. Un grupo de mujeres se distribuían en sus bolsos varios paquetes de sazón en polvo que sacaron de su caja original.
También se les ve llevar sopitas, jabón, ropa y un largo etcétera. Incluso llevan canastos de plástico llenos de tomates y otros vegetales.
Corredores Comerciales Provisionales en la frontera
Desde el pasado miércoles, el Gobierno dominicano flexibilizó las medidas en la frontera con la habilitación delos Corredores Comerciales Provisionales con estrictas medidas de control militar y registro biométrico obligatorio, en las provincias de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales para facilitar el comercio de productos esenciales dominicanos como alimentos y medicinas, especialmente para los infantes.