Homicidio de Venezolana: Hermana pide castigo para el verdugo
La hermana de Yenny Carolina Pérez Canelón, la joven venezolana de 27 años ultimada y descuartizada en una torre del exclusivo sector Piantini, en el Distrito Nacional, pide ayuda para que el verdugo no salga de prisión.
Jeisy Canelón fue entrevistada en el Departamento de Homicidios de la Policía Nacional por más de ocho horas, y cuando salió se dirigió a los periodistas y suplicó la intervención de las autoridades dominicanas en el caso.
«De todo corazón, que me ayuden, porque mi familia no puede con esto. Necesitamos apoyo de este país porque mi hermana y yo estábamos solas aquí», dijo entre lágrimas.
La extranjera se refiere a Michael Saba, de nacionalidad italiano-colombiano, a quien la Policía señala por la muerte de la extranjera, ocurrida la madrugada del jueves.
El suceso
Sobre el hecho, los datos preliminares que hay es que un amigo taxista llevó a la víctima próximo a las 4:00 de la mañana al departamento donde ocurrió la tragedia. Él debía esperarla, pero al ver qué no respondía, se marchó a su casa y luego alertó a la hermana, quien acudió a la Policía.
El cuerpo de la joven tenía las extremidades cortadas. Algunas partes fueron halladas dentro de un refrigerador y otras en una maleta, envueltas en fundas plásticas, según el reporte policial.
El taxista, quien omitió su nombre, la describió «como una buena joven, con buenas intenciones» y que residía desde el 2015 en República Dominicana.
Residentes cercanos a la torre ubicada en la calle Andrés Julio Aybar, y que también omitieron sus nombres, dijeron que el apartamento fue rentado en Airbnb.
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Saba está detenido en la sede de la unifomada y se espera que sea enviado a la Fiscalía este sábado para conocerle medida de coerción en el Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional.
Quejas del abogado
Carlos Nova, abogado del apresado por la muerte de la venezolana, se quejó de que no lo dejaron hablar con su cliente y no respetaron los procesos judiciales.
Acorde a su relato, un fiscal quería que Michael Saba confiese los hechos, por lo que él como defensa no podía permitir eso «porque estaría faltando a mi carrera».