“Ellos tenían su tarima. Todo para celebrar”
Juan Lagares dice que las Águilas se motivaron al ver a los Gigantes listos para festejar cuando la final estaba 3-1
José Osvaldo Lagares recuerda ese momento en que llegó al Estadio Julián Javier, la casa de los Gigantes del Cibao, que en ese instante dominaban la final 3-1, y vio todo el andamiaje preparado para la celebración de una corona.
Dice Lagares que estaban muchos de los detalles necesarios, incluidos tarima y bebida, pero faltaba el más importante: la serie no se había terminado.
Todo ese movimiento de festejo le dio a las Águilas, que estaban al borde de la eliminación, una dosis de combustible más que suficiente para despertar un monstruo dormido.
“Eso nos llegó profundo a nosotros, porque esa gente tenían su artista, su tarima. Todo para celebrar y nosotros dijimos vamos pa´encima porque esta gente creen que ya ganaron. Eso nos motivó porque en pocas palabras yo diría que fue una burla”, dijo Lagares, el Jugador Más Valioso de la final, a elCaribe desde su residencia en una entrevista en vivo por Instagram.
El jardinero reconoció que los hoy campeones realizaron varias reuniones con la intención de encontrar la motivación, pero que una buena dosis les llegó de forma gratuita por sus rivales por lo que ellos consideraron fue un triunfalismo antes de tiempo.
A partir de ese instante, Lagares, nativo de Constanza, apeló a una expresión muy popular en el Cibao y que encajó con las Águilas. “Hay que matainos, mataíto”, dijo el patrullero de 31 años, con experiencia de varias campañas en las Grandes Ligas, donde debutó en 2013 con los Mets y en la contienda siguiente obtuvo un Guante de Oro.
“Después de que ganamos ese juego, con las cosas que habíamos hablado como equipo, con lo unido que estábamos a pesar de estar debajo, se sentía un ambiente diferente en el equipo”, comentó sobre ese quinto partido que los monarcas nacionales ganaron 9-3 para poner la batalla 3-2.
En el sexto encuentro, en el Estadio Cibao de Santiago, la tropa de Félix Fermín se impuso 6-5, con cinco impulsadas de Lagares, cuatro de ellas con un cuadrangular con las bases llenas. En el séptimo y decisivo encuentro en San Francisco, Lagares pegó jonrón para empatar las acciones a dos carreras.
Un jardinero conocido por una defensa brillante, Lagares impartió docencia con el madero en la final, bateando para .379 con tres jonrones y 10 impulsadas. Ahí están los motivos para ser el Más Valioso.
Otro apodo
Lagares, conocido como “el muchachito de Constanza”, recibió otro apodo durante de la final.
“(Yunesky) Maya me puso La Patana”, dijo entre risas. “Eso fue él. Lleguen a las bases que Lagares resuelve”, agregó. Maya tuvo razón en elegir ese mote por la elevada cantidad de impulsadas con batazos oportunos de Lagares. Además, en las Águilas ya hubo una “Guagua”, que era Miguel Tejada.
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