¿Cinco o seis dosis? Controversia por la entrega de vacunas de Pfizer
La farmacéutica estadounidense Pfizer, que desarrolló junto a la empresa alemana BioNtech una de las dos primeras vacunas contra el covid-19 autorizadas en Europa, considera ahora que cada vial contiene seis dosis, frente a cinco hasta ahora, una decisión controvertida.
¿Cuántas dosis?
Hasta hace poco, cada vial de la vacuna «Comirnaty» de Pfizer/BioNtech contenía oficialmente cinco dosis. La vacuna descongelada debe diluirse con 1,8 ml de solución inyectable de cloruro sódico.
«Después de la dilución, el frasco contiene 2,25 ml», afirman los laboratorios. Por tanto, a razón de 0,3 ml por dosis, sería teóricamente posible extraer 7 dosis.
El personal médico se dio cuenta de que podía –en condiciones específicas– obtener al menos una sexta dosis en cada vial.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) actualizó el etiquetado europeo el 8 de enero para indicar que los viales contienen seis dosis.
Esta autorización es válida para los Estados miembros de la UE. La FDA, la agencia estadounidense del medicamento, también ha aprobado el uso de esta sexta dosis, dijo Pfizer.
Sin embargo, la EMA dijo que la sexta dosis «depende de la disponibilidad de jeringuillas específicas».
¿Qué dice Pfizer?
«Nuestro objetivo inicial de 1.300 millones de dosis de vacuna ha sido revisado para alcanzar 2.000 millones de dosis a finales de 2021», dice ahora la farmacéutica.
Estas previsiones se basan en la actualización del etiquetado –de cinco a seis dosis por vial–, pero también en «la mejora continua de los procesos de producción y la ampliación de nuestras instalaciones actuales».
El grupo subraya que cumplirá sus compromisos de entrega «en conformidad con los pedidos que se han hecho» y que «estos se han basado siempre en un número total de dosis y no de viales».
En concreto, esto significa que Pfizer/BioNtech entregará menos viales a sus clientes por el mismo precio.
La sexta dosis no está garantizada
Sin embargo conseguir seis dosis y no cinco no siempre está garantizado porque se necesita una jeringa con un «espacio muerto» muy pequeño (menos de 35 microlitros).
El «espacio muerto» es el volumen que queda en la jeringa cuando el émbolo está completamente presionado. Lo ideal es utilizar una jeringa en la que la aguja no es desmontable.
Sin embargo, el personal sanitario no está equipado de manera estándar con este tipo de jeringa.
El grupo estadounidense Becton Dickinson, el mayor productor mundial de jeringuillas, ha indicado que se trata de productos especializados cuya demanda «es tradicionalmente mínima».
En un mensaje enviado a la AFP, un portavoz de la empresa, Troy Kirkpatrick, explicó que «estos productos tienen una capacidad de producción limitada y llevaría tiempo» aumentarla.
«La sexta dosis requiere un equipo adecuado para extraerla sistemáticamente. No todos los centros han recibido este tipo de agujas y jeringas, y ¡les resulta extremadamente difícil realizar esta sexta dosis!», se alarma en Twitter Clarisse Audigier Valette, pneumooncóloga y responsable de la unidad covid-19 en el Centro Hospitalario de Toulon (sur de Francia).
En estas condiciones, si Pfizer entrega menos viales de los previstos inicialmente, «vacunaremos a menos personas de lo previsto», dijo el colectivo de médicos franceses Du Côté de la Science.
Gobiernos en guardia
En Bélgica, la decisión de Pfizer ha causado controversia. A mediados de enero, las residencias de ancianos que esperaban acelerar el ritmo de vacunación gracias a esta sexta dosis se vieron privadas de la cantidad de viales prometida inicialmente, dijo a la AFP un responsable de la residencia.
La autoridad sanitaria pública sueca pidió una aclaración, pero asegura que Suecia no había congelado ya sus pagos a Pfizer, como sugirió un periódico sueco.
«Esperamos obtener una aclaración de la Comisión Europea antes de tener que pagar [a Pfizer/Biotech]. Si no es así, tendremos que hablar con el laboratorio», dijo Anders Tegnell, de la Agencia Sueca de Salud Pública.
También indicó que el plazo de pago no vencía hasta dentro de «unas semanas».
En Francia, el ministerio de Sanidad asegura que ha emitido solicitudes «de suministros para disponer de nuevos tipos de jeringuillas», y elabora fichas para familiarizar a los profesionales sanitarios con «el gesto técnico bastante particular» que se requiere.
Por parte de la Comisión Europea, un portavoz encargado de las cuestiones sanitarias dijo que la comisión había «puesto en marcha un procedimiento de contratación pública común» y «cerrado acuerdos marco» que «ya permiten a los Estados miembros adquirir el material necesario», es decir, jeringuillas y agujas adaptadas.