Nueva apertura en medio del incremento de casos de COVID-19
SD. Desde este miércoles, República Dominicana tiene un nuevo horario de toque de queda y procede a la reapertura de actividades que habían sido limitadas como forma de evitar el contagio por COVID-19.
La flexibilización fija a las 7:00 de la noche el horario de toque de queda que se había establecido de 5:00 de la tarde a 5:00 de la mañana, con tres horas adicionales para movilidad. Sin embargo, ocurre en momentos en que el coronavirus lleva una tendencia al alza, tanto en casos de muertes como de contagios.
Ayer, el Ministerio de Salud Pública reportó 1,150 casos nuevos de la enfermedad, que en las últimas dos semanas presentó una constante de más de 1,000 casos diarios, llegaron incluso a registrarse 2,370 el pasado 16 de enero.
Las muertes reportadas en las últimas 24 horas, fueron 15, cuatro menos que las 19 del martes, y el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Ronald Skewes, advirtió ayer que los altos números de defunciones por COVID-19 podrían seguir en las próximas semanas.
Eso, debido a las cifras actuales de ocupación de pacientes afectados por el COVID-19, que se sitúan en un 54 % en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y en un 43 % en las camas de hospitalización.
“Tenemos más de un mes con una ocupación hospitalaria muy alta; vale decir que las camas UCI hace un mes están arriba del 50 %. Al haber más enfermos, mayor ocupación de camas, mayor demanda de UCI y de ventiladores, debe haber aumento de las defunciones”, explicó Skewes durante una rueda de prensa.
En la actualidad, en el país también crece la incertidumbre de si existe o no una nueva variante del coronavirus como ocurre en otros países donde se han detectado distintas cepas, como los casos de Reino Unido y Brasil.
A las inquietudes, respondió ayer la viceministra de Salud Colectiva, Ivelisse Acosta, quien dijo que se han enviado muestras al CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos para el rastreo, y que “en unos días tendremos los resultados de ese monitoreo”.
Acosta también explicó que las nuevas disposiciones del toque de queda y la reapertura de varios sectores económicos del país son un esfuerzo de las autoridades para equilibrar la salud con la economía, y no una licencia para librarse de las recomendaciones preventivas. Luego que el país registrara su primer caso el 1 de marzo de 2020, entró en confinamiento ese mismo mes a partir del día 19, quedando restringidas todas las actividades económicas y sociales como medida de contención contra el coronavirus.
En el primer tramo de la enfermedad, abril presentó las mayores cifras, pero a mediados de mayo, el gobierno de entonces decidió una flexibilización.
Las medidas adoptadas permitían que las empresas, bajo el esquema de trabajo a distancia, operaran hasta con el 50 % del personal presencial y se reactivó el servicio del transporte público de pasajeros, como el Metro, Teleférico y OMSA.
Dichas medidas entraron en vigencia el 20 de mayo, cuando el país reportaba 13,657 casos acumulados, de los que solo 180 correspondían a ese día, mientras las muertes por COVID-19 sumaban 448.
Sin embargo, en julio, tras la campaña electoral para seleccionar a las nuevas autoridades presidenciales y congresuales, se registró el mayor pico, con un acumulado de casos confirmados de 38,028.
Pese al descenso que siguió los meses posteriores, diciembre y enero muestran una tendencia alcista con 27,916 y 35,217 casos confirmados respectivamente, luego de que en noviembre fueran 16,970.
La viceministra de Salud Colectiva aclara que las nuevas medidas “no es una licencia para que pensemos que no tenemos un problema con el COVID-19”.