Colombia borra déficit de dos goles e iguala con Argentina
No parecía haber modo de que los locales rescataran algo ante Lionel Messi y una Argentina que comenzó el encuentro como una tromba. Pero bajo las órdenes de su flamante estratega Reinaldo Rueda, esta selección colombiana no se rinde.
En tanto, la violencia en la ciudad que estaba contemplada originalmente como sede de la final de la próxima Copa América recordó que las preocupaciones de Colombia van mucho más allá del fútbol.
El partido se correspondió a las eliminatorias de la Copa Mundial de Catar 2022.
Miguel Borja anotó en el último suspiro, Colombia revirtió un déficit de dos goles y empató el martes 2-2 ante Argentina, en un encuentro que transcurrió en medio de la tensión por nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes en Barranquilla.
Argentina marcó dos goles durante los primeros compases. Cristian Romero abrió el marcador mediante un cabezazo a los 2 minutos y Leandro Paredes amplió a los 7, con una estupenda jugada individual para adentrarse en el área antes de definir con un tiro cruzado que engañó al arquero David Ospina.
Luis Fernando Muriel Muriel acercó a los locales de penal a los 51. Borja igualó por medio de un cabezazo en el cuarto minuto del encuentro, para dejar atónitos a Messi y compañía, que paladeaban ya una victoria en patio ajeno.
«Entramos a la cancha con la idea de ganar los tres puntos pero los goles al comienzo nos complicó», dijo el volante colombiano de la Juventus, Juan Guillermo Cuadrado. «Nunca dejamos de creer en el equipo y logramos empatar un partido muy difícil… El técnico (Reinaldo) Rueda nos pidió en el intermedio estar muy concentrados y atacar… hoy era un momento importante, deseábamos los tres puntos pero el empate nos sirve».
Pese a dejarse empatar en el último suspiro, el punto cosechado en patio ajeno y el obtenido la semana pasada ante Chile le permitió a Argentina llegar a 12, con los que se consolidó en el segundo puesto de la eliminatoria, tres encima de Ecuador, que cayó en la jornada ante Perú.
«Lamentablemente nos volvemos con uno cuando merecíamos los tres puntos, pero en el fútbol los merecimientos no cuentan», comentó el técnico argentino Lionel Scaloni. «Los jugadores han hecho un esfuerzo enorme».
Colombia, que tras dos goleadas en la eliminatoria destituyó al técnico portugués Carlos Queiroz, ha mejorado ostensiblemente su cosecha bajo el mando de Rueda.
La semana pasada, le recetó una goleada 3-0 a domicilio a Perú, antes del empate con sabor a triunfo ante Argentina. Llegó a ocho unidades y se colocó en el quinto puesto, que le daría la oportunidad de acudir a un repechaje intercontinental en busca de clasificarse a la Copa Mundial.
Por diferencia de goles la supera Uruguay, que empató ante Venezuela y controla por ahora el cuarto y último pasaje directo a Qatar 2022.
«Cuando a veces no se puede hacer buen fútbol es importante esa hombría del grupo para poder darle vuelta», destacó Rueda. «Este juego era muy difícil y rescato el carácter del equipo, algo muy meritorio».
Durante la antesala y transcurso del partido en las inmediaciones del estadio Roberto Meléndez, policías lanzaron chorros de agua y gases lacrimógenos contra decenas de manifestantes que les arrojaron piedras y otros objetos, en el marco de las protestas antigubernamentales que convulsionan a Colombia desde finales de abril.
Algunos jóvenes intentaron sin éxito sobrepasar las vallas de protección que rodeaban el recinto deportivo, al que concurrieron espectadores por primera vez desde que sobrevino la pandemia. Se permitió el ingreso de unos 10.000 aficionados, en un escenario con capacidad para más de 46.000.
La policía anunció de manera preliminar que tres agentes y un fotógrafo resultaron heridos. La vigilancia de la ciudad estuvo a cargo de 4.500 policías, 2.000 de ellos en torno al estadio y los hoteles donde se alojan las selecciones.
Pese a la cercanía de los disturbios, los gases no parecieron molestar a los jugadores ni espectadores en el estadio, a diferencia de lo ocurrido en el encuentro de la Copa Libertadores disputado el 12 de mayo también en Barranquilla entre River Plate y el local Atlético Junior. Ese encuentro sin público debió interrumpirse en varias ocasiones para que los jugadores se recuperaran de la irritación en los ojos y las dificultades para respirar.
Ajena a la tensión, Argentina comenzó el encuentro concentrada y con el acelerador a fondo.
Un tiro libre perfectamente ejecutado por Rodrigo de Paul hacia el área encontró el certero cabezazo del «Cuti» Romero. Mediante un salto descomunal, el zaguero del Atalanta remató con potencia, haciendo vano el lance de Ospina.
Cuando los locales no se habían repuesto todavía del mazazo, vino un corner y un remate fallido de Messi. Cuando la pelota se escapaba sin dueño en el balcón del área, Paredes facturó un gol genial, conduciendo con velocidad para llevarse a cinco rivales en el área colombiana, antes de marcar con la zurda frente al guardameta.
Argentina estuvo muy cerca de conseguir el 3-0 en las postrimerías del primer tiempo, pero Ospina desvió un estupendo tiro libre ejecutado por Messi.
Cinco minutos antes, la Albiceleste perdió a su arquero Emiliano Martínez, por una colisión dentro del área en la disputa de un centro con Yerry Mina.
«Estoy mejor, fue un golpe duro y me tuvieron que sacar porque perdí el conocimiento», reveló el arquero del Aston Villa, mediante un tuit emitido por la selección argentina.
Scaloni envió a la cancha a Agustín Marchesin, quien nada pudo hacer en el penal convertido por Muriel, tras una falta que le cometió Nicolás Otamendi al propio atacante del Atalanta.
En cambio pareció que Marchesín pudo haber desviado el cabezazo de Borja, a centro de Cuadrado. El arquero del Porto alcanzó a tocar con una mano el esférico, que terminó sin embargo adentrándose hacia la red.
«‘Cuadra’ tiene mucho talento, hizo un gran centro. Lo hace en Europa y lo aproveche», relató Borja sobre la jugada del tanto agónico.