La función del hombre en la lactancia materna

El proceso de creación de un hijo es cosa de dos, un hombre y una mujer que se comprometen a ser padres. Pero logrado el objetivo se olvidan ciertas cosas, quizás por culpa de una cultura social errada, y es que el padre tiene una función durante el embarazo (que es de los dos), el nacimiento y todo el resto de la vida.

Estamos en la Semana Mundial de la Lactancia, por lo que hemos querido hacer el espacio para concienciar sobre la función del padre durante la lactancia materna, que es una responsabilidad social que nos compete a todos para crear una sociedad sana, física y emocionalmente.

El lactar va mucho más allá de sacar el seno e introducirlo en la boca del recién nacido para que se alimente. Es la bienvenida a un ser humano que requiere ser introducido a la sociedad porque ya no estará solo como lo estaba en el vientre de la madre. Para hacerlo requiere de que la madre esté en condiciones óptimas, es decir, libre de agobio y sobrecarga; lo cual se garantiza si cuenta con el respaldo de su pareja para que ésta haga una parte del trabajo.

“En República Dominicana tenemos altos niveles de cesáreas, convirtiéndose en un factor agravante porque es un proceso post operatorio y otra razón por la que la familia y el padre deben ser un elemento de contención, ayuda y apoyo… el hombre es el apoyo de la mujer, en todo el sentido, y más cuando ella se sienta decaer”, alerta Elena Conti miembro del equipo de prevención y psicoprofilaxis de preparación para el parto de Mamá Radiante, de Mapfre ARS Salud.

Ella advierte que el progenitor debe estar ahí para poner límites a las visitas, a los consejos insensatos, aun cuando sean de los propios miembros de la familia; para limpiar, cocinar, cuidar del bebé mientras la madre se baña, se alimenta o simplemente duerme… todo lo que sea necesario. «El hombre no será menos hombre por hacer eso», dice Conti.

Considera que se necesita una licencia de paternidad más prolongada, de al menos un mes, que facilite involucrarse en esta nueva etapa con las responsabilidades que suponen temas como los quehaceres de la casa u otras tareas que realice la mujer y que por su condición ya no pueda desempeñar.

Asimismo, dice que es necesario trabajar con más programas de concientización, respecto a la figura del hombre durante este proceso, sobre todo en países como el nuestro, donde hay una alta influencia machista y se asume que el nacimiento del niño es cosa de la mujer.