El tesorero Cristóbal de Santa Clara, el primer desfalcador del gobierno de Santo Domingo colonial

El primer desfalco contra la hacienda pública, que se produjo en la antigua isla de Santo Domingo, ocurrió en el gobierno de frey Nicolás de Ovando, y tuvo como protagonista al tesorero Cristóbal de Santa Clara.

Los historiadores Genaro Rodríguez Morel y Frank Moya Pons hicieron referencia al episodio en un panel organizado por la Academia Dominicana de la Historia, en el que se habló sobre los tomos I y II del libro Cuentas de las Cajas Reales de Santo Domingo. Tomadas al Tesorero Miguel de Pasamonte por el Lic. Alonso López de Cerrato.

Además de Rodríguez Morel y Moya Pons, expusieron en el conversatorio los historiadores Herbert S. Klein y Sergio Serrano Hernández.

“El tesorero fue nombrado por el mismo Ovando a raíz del fallecimiento repentino del tesorero Rodrigo de Villacorta. A pesar de la amistad que los unía, el gobernador se vio forzado a destituirlo del cargo, obligándolo a devolver lo desfalcado con la confiscación de los bienes acumulador por el tesorero”, explicó Rodríguez Morel, tras ser presentado por José Chez Checo, presidente de la Academia Dominicana de la Historia, que condujo la actividad realizada por Zoom el pasado 31 de agosto de este 2021.

Dijo que el desfalco se produjo a pesar del cuidado que tuvo la Corona en seleccionar el personal que se haría cargo de las cuentas de la administración.

De su lado, Frank Moya Pons expresó que la obra de Rodríguez Morel contiene un material copioso sobre las cuentas que debían llevar los tesoreros del gobierno colonial de todos los ingresos y egresos de la Corona, los cuales registraban en las cuentas de las llamadas cajas reales, copiados y publicados en dos tomos.

Explicó que el tesorero trabajaba de común acuerdo con el veedor y el contador de la corona.

“Este era un trabajo de gran responsabilidad, debido al celo de los monarcas y a la continua fiscalización de las actividades que realizaban los demás los funcionarios mediante un chequeo cruzado, que aseguraba una administración cuidadosa del erario real”, manifestó.

Recordó que un ejemplo del castigo que podía recaer sobre este funcionario se tiene con el caso del primer tesorero en el gobierno de Nicolás de Ovando, Cristóbal de Santa Clara, “quien cayó en desgracia y fue castigado cuando descubrieron que no manejaba con pulcritud los fondos que recibía”.

Dijo que los libros de cuentas de las cajas reales representan bastante fielmente la situación de la evolución fiscal de la colonia de Santo Domingo en aquellos tempranos años y registran una parte importante del movimiento económico de la isla.

Afirmó que los dos tomos compilados por Rodríguez Morel y publicados por el Archivo General de la Nación constituyen una valiosísima materia prima sobre para el estudio de la fiscalidad de la primera colonia española en las Indias y son “una mina” de informaciones para el entendimiento del funcionamiento económico de la colonia.

El historiador mexicano Sergio Serrano Hernández manifestó su satisfacción por poder referirse a las obras de Genaro Rodríguez Morel y valoró la ingente cantidad de información que el historiador dominicano ha puesto en manos de los investigadores.

En su presentación, dijo que los libros de cuentas muestran el meteórico desarrollo institucional de la Real Hacienda en Santo Domingo.

Aseguro que la Caja Real concentraba el pago de los impuestos reales en Santo Domingo y que los ingresos se utilizaban para pagar servicios públicos, infraestructura militar y soportar financieramente al aparato burocrático que se instaló rápidamente en América.

“Los excedentes fiscales en América se gestionan a través de la tesorería dominicana. Ésta funciona como la Caja Central de la Monarquía; el pivote que controla los flujos fiscales hacia Sevilla”, añadió.

Encomió la obra de Rodríguez Morel, quien a su juicio ha hecho una enorme contribución a la investigación que será aprovechada por historiadores dominicanos y de otras nacionalidades.

Por su lado, Herbert S. Klein elogió el aporte bibliográfico de Rodríguez Morel y explicó que la Corona española creó un sistema fiscal universal moderno, completamente diferente al régimen fiscal metropolitano, donde los poderes fiscales reales fueron restringidos con derechos y privilegios medievales.

“(La Corona) creó un sistema controlado por sus propios oficiales asalariados… El rey exigió que todos los conquistadores llevaran oficiales fiscales reales en todas las expediciones”, añadió.

Indicó que los informes resumidos fueron enviados a España, con tres copias, y que nada como esto sucedió en colonias de otros imperios en América.

“Esos registros con las mejores fuentes disponibles para estudiar las economías de las colonias americanas del siglo XV al XVIII y se han convertido en una fuente fundamental para economistas e historiadores”, enfatizó.

Dijo que por esa razón las publicaciones de los dos volúmenes escritos por Rodríguez Morel son esenciales para el estudio de la economía dominicana en el período colonial y para la historia de la construcción temprana de la institución colonial.

Genaro Rodríguez Morel recordó que en 1501 frey Nicolás de Ovando fue nombrado nuevo gobernador de las Indias momento en que crea la Real Hacienda de Santo Domingo, y que el primer organismo fiscalizador estaba representado por el tesorero Rodrigo de Villacorta, el contador Cristóbal de Cuéllar, el factor Francisco Monroy, y el veedor Diego Márquez.

“Dos años después, en enero de 1503, fue creada la Casa de Contratación de las Indias, cuya sede central estaba en Sevilla. En marzo de ese mismo año, dos meses más tardes se crearía una similar en Santo Domingo”, agregó el especialista en historia colonial dominicana.

Con la creación de ambas instituciones, argumentó, la Corona dejaba claro su interés en establecer el monopolio comercial y administrativo para el comercio de las Indias.

Afirmó que la rapidez con que fueron creados ambos organismos fue posible gracias a que los mismo ya funcionaban en Castilla.

“O sea, lo que hicieron los reyes fue reproducir el modelo de fiscalidad bajo-medieval y la tributación hispano-musulmana. Este hecho explica la rapidez con que fueron trasladadas y adaptadas esas corporaciones, primero a Santo Domingo y posteriormente al resto del continente”, indicó.

Dijo que después de que fueron implantadas la Real Hacienda y la Casa de la Contratación, la Corona decidió nombrar los servidores públicos encargados de fiscalizar y cobrar los impuestos reales.

“Fue entonces cuando se ordenó la creación de Cajas Reales en todos los lugares donde había presencia Española. Igualmente fueron creadas las primeras Casas de Fundiciones en todas las Indias”, puntualizó.

Expresó que es evidente que con la creación de estos organismos la Corona quería asegurar los ingresos obtenidos mediante el pago de los impuestos que gravaban los metales y que estaban a buen recaudo en las Arcas de las Tres Llaves.

Indicó que a pesar de que durante el período estudiado (1525-1534) ya se habían creado y funcionaban a pleno rendimiento las distintas cajas reales, la tesorería de Santo Domingo seguía teniendo una importancia preponderante pues funcionaba como Caja General de las Indias.

“Durante la fecha antes señalada la tesorería de Santo Domingo recibió los excedentes fiscales de las tesorerías del resto de territorios del imperio, registrando más de 132,601 pesos procedentes de Yucatán, Nueva España, Cuba, Honduras, Puerto Rico, Jamaica, Tierra Firme, Nicaragua, Panamá, Nombre de Dios, etc.”, acotó.

“No quiero terminar sin antes agradecer a la Academia Dominicana de la Historia y a su presidente, el licenciado José Chez Checo por organizar esta mesa en el período de la conmemoración de los 90 años de la creación de esta Academia. Igualmente, al Archivo General de la Nación y en particular a su director, Roberto Cassá, por hacer posible la publicación de estas fuentes. Finalmente, a los amigos y colegas, Herbert S. Klein, Frank Moya Pons y Sergio Serrano por el honor que nos hacen de estar presentes en esta mesa”, dijo el investigador.