Champú con sulfatos, ¿es siempre dañino para el cabello?
En los últimos años hemos visto como la industria de la belleza se ha encargado de vendernos la idea de que lo mejor es lo natural. Términos como ‘sulfatos’ ahora se satanizan, como ingrediente que deberíamos evitar a toda costa en los champús que utilizamos. Pero, ¿qué hay de cierto en que este compuesto es siempre dañino para nuestro cabello?
En primer lugar, hay que aclarar qué son los sulfatos: son sales del ácido sulfúrico que funcionan como limpiadores. No solo están presentes en los champús, sino también en todo tipo de detergentes como las pastas dentales o el jabón lavaplatos, y son los responsables de la espuma que estos generan.
La razón por la que este químico es considerado perjudicial para el cabello es porque su uso frecuente puede llegar a irritar y resecar el cuero cabelludo, además de que desgasta la tintura rápidamente. Sin embargo, expertos en la salud de la piel aseguran que no deberíamos renunciar por completo a los sulfatos, ya que juegan un papel importante en la limpieza de nuestra melena.
Tal y como explica la dermatóloga Ana Molina a Harper’s Bazaar, los sulfatos son sustancias capaces de encapsular la suciedad en forma de micelas, facilitando así que las impurezas puedan eliminarse fácilmente con el aclarado. Como el cabello está recubierto de grasa y sobre él se van depositando partículas de suciedad por la polución, son necesarios para limpiarlo, asegura.
Entonces, ¿deberíamos usar un champú con sulfatos o no? Sí, aunque Molina recomienda elegir sabiamente el que se vaya a utilizar. “Hay muchos tipos de sulfatos, algunos limpian tan bien que pueden resecar en exceso la piel y el cabello, pero otros son muy bien tolerados”, dice. El sodium lauryl sulphate (SLS), por ejemplo, es uno de los más agresivos, pero si el champú incluye en su fórmula hidratantes y calmantes, no supondrá una amenaza para nuestra cabellera. Otra recomendación, sobre todo a personas de pelo seco, es alternar su uso con champús naturales para evitar que se reseque demasiado.