Paul Simon, 80 años y un gran legado musical
“Hello darkness, my old friend. I’ve come to talk with you again” (“Hola, mi vieja amiga, la oscuridad. Vengo a hablar contigo de nuevo”). No haría falta citar la fuente, porque la fama precede a estos versos: es el comienzo de “The Sound of Silence”, de Simon & Garfunkel.
Y es la primera mitad de ese legendario dúo, Paul Simon, quien celebra su edad dorada: 80 años a sus espaldas, varios de ellos llenos de discos, galardones, y una larga trayectoria junto a Garfunkel, pero también en solitario.
Destinados al nacer
Paul Frederic Simon nació el 13 de octubre de 1941 en Newark, Nueva Jersey (Estados Unidos) en el seno de una familia judía con raíces húngaras. Hijo de Louis y Belle Simon, tiene un hermano mayor, Eddie. En 1945, se mudaron al distrito de Kew Gardens Hills de Queens.
La música le vino como herencia paterna: Louis Simon era director de orquesta, actuando en programas de la cadena televisiva CBS con presentadores como Gary Moore, Arthur Godfrey y Jackie Gleason. Además, tocaba el contrabajo y era compositor.
A él le debe Paul la canción “True or False”, que grabó con el nombre artístico de True Taylor. Así, el amor hacia la música de Paul Simon fue precoz, y lo combinaba junto con su pasión por el béisbol.
Precoz fue, también, el momento en el que la vida le unió con aquel que estaba destinado a ser su alma gemela artística: Arthur “Art” Garfunkel. Se conocieron en el colegio, cuando Paul tenía 9 años.
Como vivían muy cerca el uno del otro, fueron forjando una amistad con un alto componente musical: debutaron en un acto escolar versionando “Sh-Boom” a capella y cantaban juntos en las celebraciones religiosas y pequeñas fiestas del barrio.
De hecho, formaron varios grupos con otros chavales, como The Sparks o The Pep Tones, aunque eran proyectos efímeros que no perduraron en el tiempo: “‘Artie solía decirme: ‘Tú eras el niño que conocía a otros niños en diferentes barrios’”, confesó Simon en un artículo de Rolling Stone.
Gato y ratón
Pero, su primer proyecto profesional lo hicieron solo ellos dos, aunque no con el nombre que les hizo famosos, sino con otro: Tom & Jerry. Ellos tenían entonces 15 años. Inspirados en los famosos dibujos animados, Art era Tom y Paul Jerry.
Fue bajo ese nombre y gracias a una maqueta, que llamaron la atención de un representante y grabaron un sencillo bajo contrato en 1957, con solo dos canciones: “Dancing Wild” y “Hey, Schoolgirl!”.
Con 100.000 copias vendidas y colocándose entre el top 100 de la Billboard, cualquiera diría que a partir de ahí vendría la fama. Pero no fue así, tras el fracaso de sus siguientes sencillos, se disolvieron… temporalmente.
Paul continuó entonces su andadura en solitario desde 1959, con el nombre artístico de Jerry Landis, coescribiendo canciones junto a su hermano Eddie. Además de una tímida carrera como solista, comenzó a hacer maquetas para otros grupos.
Gracias a esa etapa, se formó en los conocimientos y técnicas de grabación y producción en estudios, algo que le haría brillar más adelante. Durante esos años, siguió intentándolo con algún que otro grupo, sin éxito.
Pero en 1963 se reencontró con su compañero de vida musical, Art. La música volvió a unirles y, así, nació “Simon & Garfunkel”, gracias a las composiciones de Paul y otros temas de carácter folclórico.
El sonido del silencio
Su primer álbum tuvo que esperar a que Paul volviera de Londres, donde estuvo componiendo canciones y dando conciertos en locales nocturnos en las ciudades de Liverpool y Londres. Además, abandonó los estudios de derecho que había iniciado para complacer a sus padres. Y, en esta época, conoció a una de sus primeras parejas, Kathleen Mary Chitty.
A su regreso, Simon & Garfunkel lanzaron “Wednesday Morning 3 AM” (1964), un álbum de versiones folk y temas originales como el acústico de “The Sound of Silence”… Y, una vez más… fracasaron.
Pero, gracias a una amiga, Simon logró trabajar en la BBC y que sus canciones se escuchasen en la radio. Algunas tuvieron buena acogida y así surgió el disco acústico “The Paul Simon Song Book” gracias a la CBS.
Unos cambios a “The Sound of Silence” en forma de aderezos de guitarras eléctricas convirtieron el tema en un éxito, lo que provocó que él y Art terminasen publicando en 1966 un álbum homónimo: el éxito, esta vez, sí era suyo.
Ese mismo año, lanzaron también “Parsley, Sage, Rosemary and Thyme” (1966). Un año después, en 1967, Simon & Garfunkel formaron parte de la banda sonora de “The Graduate” con el tema “Mrs. Robinson”, que ganó dos Grammys.
Su trayectoria conjunta siguió con “Bookends” (1968) y “Bridge over Troubled Water” (1970). En 1971, sin embargo, Simon & Garfunkel. Las diferencias personales y artísticas supusieron la ruptura del grupo en su momento álgido.
Entre medias, Paul, que inició una carrera en solitario con el álbum “Paul Simon” en 1972, había encontrado el amor en un primer matrimonio con Peggy Harper en 1969. Se divorció de ella en 1975, el mismo año en que reapareció junto a Art como Simon & Garfunkel en un programa de televisión.
Larga trayectoria
“There Goes Rhymin´ Simon” (1973), “Still Crazy After All These Years” (1975) fueron sus otros discos de esta época como solista, que continuó en los 80 con “One Trick Pony” (1980), para después volver a juntarse con Art en un concierto del dúo en 1981.
“Pensé que podría ser una buena idea hacer algún tema con Artie. Pero, poco a poco, fuimos añadiendo más canciones para los dos hasta que dijimos: ‘Bueno, pues hagamos todo el concierto juntos’. No se había planteado nunca como una reunión del grupo”, confesó Paul en declaraciones publicadas en Vanity Fair.
Después de ese hito histórico en el que recaudaron fondos para la restauración de los parques y que fue durante años el evento musical más multitudinario de la historia, Simon siguió en solitario.
Lo hizo primero con “Hearts and Bones” (1983). Ese mismo año se casó ni más ni menos que con la Princesa Leia, la actriz Carrie Fisher, con quien había mantenido un interrumpido romance y de la que se divorció en 1984.
Dos años después, lanzó el disco “Graceland” (1986). “The Rythm Of The Saints” (1990), “Songs From the Capeman” (1997), “Surprise” (2006), “So beautiful or So What” (2011), “Stranger to Stranger” (2016) y “In the Blue Light” (2018) completan su discografía.
En el teatro, el musical para Broadway “The Capeman”, basado en la vida del puertorriqueño Salvador Agrón, fue su obra especial. Aunque no tuvo éxito y ocasionó serias pérdidas económicas, las actuaciones de Marc Anthony (Salvador Agrón de joven), Ednita Nazario (Esmeralda Agrón) y Rubén Blades son muy recordadas.
Legado vivo
En 1992 se casó con la cantante Edie Brickell. Hasta la fecha, su último matrimonio. Él y Art intentaron reunirse de nuevo en 1993, pero cuentan las malas lenguas que se boicoteaban el uno al otro en sus propios conciertos.
En 1999 giró con el mismísimo Bob Dylan, para recuperarse del fracaso del musical. Un tour que fue un éxito y tuvo que prolongarse. En 2001 hizo lo propio con Brian Wilson y llegó a compartir escenario con Paul McCartney.
Y, por fin, entre 2003 y 2004, se volvió a unir a Art Garfunkel en una gira juntos.Y volvieron a juntarse en 2009. Tiempo después, en una de las múltiples veces que fue preguntado sobre otro regreso, Simon fue tajante: “Es que no nos llevamos bien”, dijo.
Su carrera en solitario ha continuado a lo largo de los años, en discos, en los escenarios y pronunciándose sobre los temas que le inquietaban. “Me preocupa más lo que este tipo pueda hacerle al planeta que lo que pueda hacer en mi país”, dijo sobre Trump en 2016, en entrevista con el diario español El País.
Y, aunque en 2018 anunció que se jubilaba de las giras, continuó actuando puntualmente. La última de ellas, este mismo año cerrando el Global Citizen Live el pasado mes de septiembre. Meses antes, en marzo de 2021, Simon vendió su catálogo de canciones a la compañía que le vio nacer, Sony (CBS).
Simon estuvo siempre preocupado por las razones de su éxito y por la calidad de su música: “no quiero ser la repetición de una fórmula gastada”, confesó en 2016 (cuando lanzó “Stranger to Stranger”) en una entrevista por ABC.
Hoy, a sus 80, Simon está jubilado pero su legado, sin repeticiones, está lejos de verse gastado. Con dieciséis premios Grammys a sus espaldas, su música sigue tan viva como cuando, años atrás, él y Art nos contaron cómo sonaba el silencio.