Alergias e intolerancias: así puedes diferenciarlas
Muchas personas tienden a confundir los síntomas de una alergia y una intolerancia. Es clave saber de qué estamos hablando para, llegado el caso, saber cómo tratarlo.
Las respuestas que desencadenan tales situaciones en el organismo son muy distintas entre sí. Una alergia o reacción adversa alimentaria es aquella en la que se produce una respuesta anormal del organismo como consecuencia de la ingesta, inhalación o contacto con un alimento o aditivo incluido en ellos, y que puede clasificarse en tóxica o no tóxica según sus características.
Las reacciones tóxicas afectan a todas las personas por igual. Las no tóxicas afectan a las personas susceptibles, con una respuesta inmediata de su sistema inmunológico. Son lo que llamamos alergias alimentarias.
Las señales de una intolerancia alimentaria pueden ser muy similares a las de una alergia, aunque en estos casos ocurre que no está demostrada la intervención del sistema inmunológico, y eso es lo que cambia la definición de cada episodio semejante. La evidencia científica demuestra que, ante estos eventos, son los mecanismos metabólicos, farmacológicos y otros menos específicos, los que desencadenan esos rechazos.
Casi siempre, las intolerancias alimentarias provienen del ámbito metabólico, y se explican a partir de la ausencia de alguna enzima necesaria para la correcta asimilación del alimento en cuestión.