El béisbol, no solo es numeritos, es perreo y selfies

«Siempre te valora más la persona que no te puede tener, que aquella que te tiene …Anónimo.»

El cambio es un proceso dialéctico que precisa que nada queda donde está, que nada permanece como es, y que cuando queramos estudiar las cosas desde el punto de vista dialectico las estudiaremos en su movimiento o cambio y el béisbol está sujeto a ese postulado.

Cuando éramos jóvenes ir a una fiesta era de 7 a 11 pm con saco y corbata y zapatos por lo menos con un paño con pasta. Hoy se va a la discoteca a las 12 de la medianoche y en los teteos en tenis y se espera la salida del sol con un toque de “Moli”, por eso lo de “Molineo”.

Cuando Babe Ruth, Ted Wiliams, Hack Wilson conectaban un jonrón corrían las bases mirando de frente o hacia abajo, hoy el que fleta un jonrón se para en el home, corre con el bate y luego lo suelta hacia arriba, recorre las almohadillas a pasos lentos y monta un show cuando llega a la caja registradora. Ahora Marcell Ozuna lo plasma con un selfie para añadirle tecnología de punta.

El «perreo» es un estilo de baile que se emplea en el reggaetón. Pero este perreo de José Siri, Marcell Ozuna y Junior Lake, no es el tema de Anuel AA con Ozuna en el álbum de Los Dioses. Según la Real Academia Española, «perrear’ significa menospreciar a alguien, pero este tipo de perreo es distinto, es un vacilón, un show, un espectáculo, es gozarse un “majaguazo” con una acción positiva.

Los lanzadores no se quedan atrás recuerden a Cutá y Carlos Pérez, José Lima y Joaquín Andújar “perreaban” cuando ponchaban y ni hablar del “Pájaro Mark Fidrich.

Carlos Correa dijo en la pasada Serie de Campeonato de MLB: “Ésta es la tendencia que debería seguir el béisbol en adelante. Es necesario que los peloteros se diviertan”.

El cubano Henry Urrutia, en su cuenta de Twitter llamó a disfrutar de la Serie Final y a dejar la “frustración”.

“El béisbol ha cambiado hace mucho; cuando vemos un latino en GL haciendo esto, es todo amor y apoyo, porque nos representa, pero ahora aquí a muchísimos les molesta y es una falta de respeto, ¡por favor dejen la frustración y disfruten de la final! Bendiciones”.

Los jugadores latinos se han encargado de llevar el béisbol más allá del juego del conteo de bolas y strikes, le han inyectado explosión y jocosidad, lo han convertido en un espectáculo, en un show que nos obliga a no quitarle la atención al juego.

TON LASORDA, managers de los Dodgers de Los Ángeles y en la pelota nuestra de los Leones del Escogido y los Tigres del Licey, siendo apodado como “La Mondonga”, un cronista le preguntó la edad de sus dos bateadores emergentes de luxe Víctor Davalillo y Manuel Mota. Lasorda, se encogió de hombros y respondió: «No lo sé, pero alguien me dijo que eran meseros en la última cena».

UN MILAGRO DE DIOS: En una entrevista para televisión se le pidió al ex manager Alvin Dark que comparara los equipos que dirigió a lo largo de los años.

«Con los Atléticos de Oakland dependíamos del pitcheo y la velocidad para ganar. Con los Gigantes de San Francisco dependíamos del pitcheo y la ofensiva para ganar. Con los Indios de Cleveland dependíamos de un milagro de Dios».

LA NEGRA POLA: El tercera base de los Dodgers de Los Ángeles, Pedro Guerrero (La Negra Pola), cometió varios errores de fildeo difíciles de creer durante un juego. Esto fue al mismo tiempo que el segunda base de los Dodgers, Steve Sax, estaba pasando por su terrible y bien publicitada mala racha de fildeo en la que no podía lanzar la pelota sin problemas a la primera base. En la reunión posterior al juego, el manager de los Dodgers, Tommy Lasorda, estaba incómodo con Guerrero. «¿Qué estás pensando ahí fuera?», preguntó Lasorda.

«Dos cosas», dijo Guerrero.

«¿Qué es lo primero?»

«Dios, no dejes que bateen la pelota por mi zona».

“Y qué es lo otro”, dijo Lasorda.

«No dejes que bateen la pelota por los predios de Steve Sax».

JUEGO SIN HITS: El 15 de julio de 1973, Nolan Ryan de los Angelinos de California lanza el segundo juego sin hits de su carrera (y el segundo de la temporada), una blanqueada de 6-0 contra los Tigres de Detroit, con un récord de Grandes Ligas de diecisiete ponches en un juego sin hits.

El «Expreso Ryan» estaba lanzando aspirinas para el pentágono y Norm Cash llegó al plato con dos outs en la novena entrada con la pata de un piano para batear y tratar de conseguir un hit. El árbitro de home, Ron Luciano, casi se cae de risa por esta artimaña y lo obliga a usar un bate de verdad. Cash falló con elevado al jardín izquierdo, poniendo fin al juego.

UN DÍA COMO HOY: En 1967, en el cuarto partido de la serie final, las Águilas Cibaeñas derrotan en el estadio Cibao 5-2 a los Leones del Escogido, logrando la victoria Dock Ellis y el revés Steve Bailey. Don Bosch fue el mejor de las Águilas con doble y sencillo.

En 1980, se inicia la serie final entre Estrellas y Licey en el estadio Quisqueya, dominando los felinos 4-1 con una extraordinaria labor de pitcheo de Jerry Hannahs que permitió un hit en 8 entradas.

En 1981, en el primer juego de la serie final, los Leones del Escogido derrotaron 6-4 a las Águilas. Steve Ratzer se acreditó la victoria. Luis Lora bateó de 3-3 y Mike Fischlin de 3-2 con dos remolcadas.