Vicepresidenta sobre fallecimiento Núñez Collado: «Estamos muy apenados por su partida»
La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, al asistir este lunes a las exequias de monseñor Agripino Núñez Collado, dijo que todo el país está muy triste por su partida y que con él se pierde un gran hombre.
Peña expresó que monseñor Núñez Collado representó una persona que siempre estuvo asequible en todo el ámbito que se le necesitó, siempre al servicio de los mejores intereses de la sociedad.
«Realmente es una gran pérdida, pero fue un gran legado el que él dejó; estamos muy apenados por su partida, pero con su legado y ejemplo seguiremos adelante construyendo un mejor país «, dijo la vicepresidenta.
Raquel Peña también hizo guardia de honor frente al ataúd de monseñor y asistió a la misa de cuerpo presente, la cual se realiza en el edificio multiuso de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. En principio se había informado que la misa sería en la parroquia Nuestra Señora de la Anunciación.
La misa fue celebrada por el arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Freddy Bretón, quien, en su homilía, expresó su gran respeto hacia el fenecido, ya que cuando tenía apenas 14 años, Bretón fue oficiado monaguillo por monseñor Agripino Núñez.
Señaló: “Los misterios de Dios son inesperados, porque varias décadas después estaría dirigiendo la homilía por motivo de su muerte”.
«Considero que el mejor homenaje que podemos ofrecerle es madurar: que la ciudadanía, y especialmente la clase política, alcance la estatura suficiente, el nivel de civilidad que nos permita realizar nuestros procesos personales y sociales de forma civilizada, respetuosa”, añadió.
Asimismo agregó: “Yo aspiro a que no hagan falta mediadores extraordinarios. Quiero ver llegar el día en que nuestro país marche siempre de modo que su accionar no desdiga del sacrificio y de la sangre de los que forjaron nuestra nacionalidad».
Luego de la misa, la vicepresidenta Raquel Peña, encabezará la rendición de honores militares, en la explanada del multiusos, y después se procederá a la sepultura en un sarcófago de la parroquia Nuestra Señora de la Anunciación.